¡Ya es primaveras en el Cortinglés!

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May 27, 2010 por carlosalonsoromero

¡yuppi!

El Primavera Sound cumple 10 años y eso me hace sentir fatal. Significa, como he leído esta mañana en un periódico gratuito, que es “un modelo consolidado”. Significa, si atacamos la misma idea desde el ángulo opuesto, que en 10 años no ha habido ni, a este lado, oposición suficiente ni, al otro, una experiencia lo suficientemente mala. Duele tanto por nuestra inutilidad como por su conformismo. Esperaba que al final la gente se hartase, por los motivos evidentes: por el precio, por esa cerveza cara, mala y caliente en vasos de plástico, por ese sentimiento de náusea ante el aborregamiento post-industrial planificado, por el empacho ante el surtido de bandas indie a granel, sin ton ni son, embozadas gaznate abajo mediante embudo publicitario.

Oh, sí, pensé que  la gente se hartaría y volveríamos a ver a bandas de fuera en pequeños clubs y a precios razonables. Volverá lo bueno. Seguro que volverá. Tengo esperanza en la raza humana, se ve que aún no he releído a Gunter Anders las veces suficientes.

En algunas ocasiones, el reconocimiento de Lo Malo (entiéndase por ello la degeneración de nuestros usos y costumbres) me ha ayudado a realizar a previsiones acertadísimas y fundamentadas sobre lo que nuestro presidente del gobierno llamaría optimismo antropológico. Recuerdo hace más de diez años, cuando hubo el boom de macrohamburgueserías temáticas (Planet Hollywood, Supermodel’s, Tardà’s…) en las cuales servían ternera picada con aros de cebolla a dos mil pelas la ración, pronostiqué un crack empresarial del sector que aconteció pocos meses después de mi fatal augurio. Y es que donde se ponga un buen bocata de tortilla…

Igualmente, recuerdo también que, cuando recibí las primeras noticias del Primavera Sound agité esperanzado una fatwa contra sus promotores y la mercantilización de la música independiente, confiando en el buen criterio del respetable. Pensé algo como esto: igual que no hemos sido lo suficientemente gilipollas como para pagar 15 euros por una mierdosa porción de carne picada, tampoco tragaremos con este modelo de economía de escala de tamaño tan poco humano y tan poco disfrutable… Aún recuerdo mis primeras impresiones al enterarme del asunto: ¡Mil grupos en un descampao por ciento y pico euros! ¡Qué ganga! ¡¿Qué se creen, que pueden preparar foie con nuestro gusto musical?! ¡¿Qué piensan estos cabrones, que aún cabe Woodstock, que somos unos putos jipis descerebrados?! ¡Anda que van listos estos promotores!…

Pues sí. Sí que iban listos. Económicamente, han demostrado ser unos zorros mientras que yo, pobre tonto romántico, he demostrado estar definitivamente al margen de la economía y por tanto, fuera de la realidad. Mi pensamiento estaba fundado en dos proyecciones erróneas: la primera, atribuir a la mayoría alguna conciencia política de sus actos, y la segunda, creer que los asiduos a los conciertos, que los amantes de la música, iban a ser los únicos clientes potenciales de estos macroburdeles musicales a cielo abierto. De ahí mi desconfianza y mi posterior falta de acierto. No contaba con esos cientos de autobuses cargados de gentes “de provincias” y ganas de degustar algo sofisticado en la ciudad, ni con todos esos británicos que, ya de paso, vienen a cometer también algo de turismo. Y luego, claro está, tampoco contaba con los “fanes” descerebrados, que por ver a Sigur Ros interpretar su famosa pieza “swyzigirlinysxk dürtysitz” junto con la Filarmónica de Lechonia son capaces de dejarse arrancar toda la piel de la espalda.

Pero lo sorprendente no ha sido que toda esa colección de pobres inocentes, turistas de Leeds, fanes de Sigur Ros e indiepoppers quinceañeros, hayan picado el anzuelo, sino que en general, ha habido una aceptación de la propuesta casi sin fisuras. No se veía una expresión de consenso semejante desde los tiempos del sindicato vertical. Como si el mundo hubiese pasado décadas deseando la liquidación de los festivales gratuitos y los circuitos de salas de conciertos.

Esta es la parte que más me sulfura, porque creo profundamente que, en el pensamiento primero y en el papel después, hemos de ser sinceros. Es lo mínimo que podemos hacer si nos respetamos a nosotros mismos y le tenemos algo de cariño a la reflexión crítica y rigurosa. Podemos ser transigentes con la falta de coherencia, el difícil camino que lleva de la teoría a la práctica, pues quién más quien menos es un poco fulano en su quehacer diario, conduce un automóvil de combustión interna o admira a Bjork. No pasa nada, es aceptable, aquí no somos precisamente unos beatos. Sin embargo, en el dominio del pensamiento, hay que tener claro qué es cada cosa y no engañarse. Entrar en el Primavera Sound es una comunión, es tragarse un credo completo. Igual que no se puede ser «católico no-practicante», como cantan algunos, pues la práctica está inscrita en la propia fórmula católica, no se puede desear un mundo DIY de cosas bonitas y autogestión y, a la vez, meterse en el primaveras como un pepe más.

Es decir: que soy capaz de perdonar que la mayoría acuda, pero no acepto otras justificaciones que no se parezcan al cristiano “perdoname, oh, Dios, porque he pecado”. Entiéndanme, no soy un moralista fanático: sólo soy partidario de que cada cual “sepa lo suyo” y que no andemos todos con un huevo en cada mano.

Este consenso abrumador que reza “tú también puedes ser un primaveras” no es difícil de comprender: se parece a todo lo demás. Sobretodo, hay que entender que el capital se reproduce ya en todos los ámbitos de la vida, y el ocio no es una excepción. Y ante ello, para no perder la chaveta, las gentes de bien han desarrollado todo un repertorio de escudos morales. Excusas de todo tipo y tamaño. “¡Que os tengo clichaos!” lanzaba el director de mi escuela cuando nos veía golfear por los pasillos. Pues bien: yo también les he clichao a todos, tanto que no puedo evitar hacer una breve categorización académica. Vamos allá.

Primero, está el argumento del “consumidor selecto”, que es aquel que va al primaveras pero que deja claro que va a estar sentado odiándolo todo –en ocasiones junto a su grupo de acólitos odiadores- hasta el momento en que actúen los Nasghul Rain en el escenario “vice”. Aparte, quiere ver un showcase (¡¿qué mierdas es eso del showcase?!) en donde actúa un grupo desconocido finlandés de trance-sludge-folk que solo él, odiador selecto que ignora el mundo a su alrededor, cree admirar en solitario en esta megápolis de cuatro millones de habitantes, la mitad de los cuales consume rock independiente seis veces al día.

Junto al odiador selecto, tenemos a otro parroquiano igualmente culto y distinguido pero que a diferencia del primero no se engaña tanto y reconoce estar haciendo el mal. Es aquel que apela al “placer culpable” (qué daño ha hecho ese invento de los guilty pleasures), que cree que “como el primavera es sólo una vez al año, pues me olvido de juzgarlo como se merece y voy porque, junto a toda la alta cultura que habitualmente consumo, también tiene cabida una debilidad como este festival chorra de macroescenarios y adolescentes borrachos”. El resto del año puede ser un tipo DIY, pero ah, en el primaveras se suelta el pelo…

La tercera categoría es aquella formada por gente posmoderna con carrera que comulga con todo tipo de teorías sobre la cultura de masas y que, por tanto, creen poder ubicarse en estos lodazales con la distancia de un académico y sin mojarse las botas. Es aquella borregada erudita que teoriza sobre el último zurullo televisivo y que cree que, a base de sobreinterpretación sociológica, van a dignificar la mierda. Acomplejados, siempre desean que sus cosas sean también arte y cultura (¡el cómic también es arte! ¡los videojuegos también son cultura!), como si el Arte y la Cultura no fuesen los vehículos habituales del vacío nihilista actual. Ya conocen todos esos foros en los que redactores de Mondo Brutto o comentaristas pop supuestamente “críticos” hablan maravillas de la última bobada de promoción colonial que nos ha endilgado hollywood. Por supuesto, ellos también tienen coartadas para el disfrute del primaveras, al que juzgan sólo técnicamente como arqueólogos que admiran una construcción etrusca. Ellos irán allí y luego nos contarán en sus blogs que “la iluminación fue deficiente” y que los stands de San Miguel “carecían de usabilidad”. Junto a ellos, un gran séquito de entendidos teóricos del pop, notarios de la cultura popular, darán fe de cada nota que salga de esos amplificadores de tamaño egipcio.

Obsérvese que todas las coartadas primaverales llevan implícito un afán de diferenciación, “yo no soy como la masa que va a la mierda del primaveras”. Soy superior, diferente. Yo saco del primaveras el poco jugo que tiene. Yo teorizo sobre Artic Monkeys con argumentos de Derrida, yo cuelgo en mi blog una reseña de los Gorrillazz en donde los dejo mal… Y dense cuenta de que al fin y al cabo, esto no es más que la vergüenza expresada en forma de circunloquio moral, de autoexculpación.

Pero vayamos al quid de la cuestión. ¿Porqué tanto odio? Bueno, pues precisamente por lo que les decía antes: porque esta no es más que una expresión de la voracidad del capital. Una más. Y tengo odio para todas ellas, así como amor infinito hacia todo lo demás. Y porque me imagino perfectamente el momento en que los promotores, a la luz de un iMac en un lounge bar del Born, le explican la idea a sus espónsors o a un inversor: el cálculo de riesgo, la previsión de público interesado y la inversión inicial necesaria. El mismo estudio de mercado que se haría para abrir cualquier otro negocio. Y en este caso, es aún peor, pues se trata de todo un desembarco: una estrategia de reordenación del mercado aplicando economía de escala. Como los grupos “indies” no son U2 o Shakira (verdaderos símbolos de La Rentabilidad del espectáculo), traigamos a cien para poder seguir haciendo negocio como lo hacemos con U2 y con Shakira. Un solo esfuerzo organizativo, un espacio de dos hectáreas, un caché equivalente (sólo que distribuido entre cien grupos) y ya lo tenemos. Todo un modelo de negocio. O la liquidación de lo que antes era nuestra pasión nocturna: diversa, imprevisible, pequeña, paladeable… al guano todo ello, vente al primaveras.

Hay otros aspectos igualmente detestables en el negocio: los contratos de exclusividad, el uso de un espacio con la carga simbólica negativa del forum, los esponsors… pero todos ellos empalidecen al lado de la inmensa maniobra de capitalización, centralización y monopolio que es el festival en sí.

10 años del primavera, sí, pero algunos no tenemos nada que celebrar.

112 pensamientos en “¡Ya es primaveras en el Cortinglés!

  1. carlosalonsoromero dice:

    http://www.publico.es/culturas/315771/musica/primavera/sound/festival

    Aquí tienen, uno tras otro, todos los tópicos de mierda sobre los que les he hablado: la exclusividad (Antonio Luque y su chorrada «ves a los grupos antes de que tengan éxito»), la «selección de calidad», el «publico erudito», etc… y junto a todo ello, el gigantismo, los records, 30.000 personas por día…

  2. Zwiebelkind dice:

    Despues de leer este post uno se queda como después de haber cagado. Agusto, agusto.

    Lo peor de todo es que el efecto primaveras es extensible a todo lo demás.

    Me voy a cagar.

  3. […] nuestra vieja animosidad, pero qué sentido tiene cuando alguien ya lo ha dicho perfecto. Vayan aquí y lean las razones del colaborador de La Escuela Moderna Carlos Alonso Romero. Razones que, a la […]

  4. mala conciencia dice:

    pues si todo el año te bajas la musica gratis, és como pagar un impuesto revolucionario.

    • carlosalonsoromero dice:

      mandee? qué tiene que ver una cosa con la otra?

      • mala conciencia dice:

        k por muy modernaca que sea uno, i muy DIY, y esté de vuelta de casi todo, los músicos cobran dinero, las luces gastan energía, los vuelos no son gratis, los camareros valen dinero, la seguridad tiene un coste…

        claro esta que un patrocinio publicitario como el de estrella y otros debería servir por algo. pero ya que tenemos la música gratis durante todo el año, ir de procesión catártica, tampoco es tan grave.

      • carlosalonsoromero dice:

        entiendo, por tanto, que en en el siglo XX no hubo conciertos hasta que los del primaveras se decidieron a pagar dinero a los músicos, a las aerolíneas y a endesa…

        y sigo sin encontrar el vínculo entre una cosa y la otra: ¿si descargas gratis, entonces el dinero que gastabas antes en discos, considerado así como un monto genérico, tiene que ir al primaveras? ¿eso porqué?

        en caso afirmativo: ¿donde quedamos entonces los que seguimos gastando en discos de vinilo a base de bien?

        es decir, nada de nada: argumentos endebles…

  5. mala conciencia dice:

    los que gastais en vinilo quedais en la reserva nostálgica de nunca jamas.

    en el s.XX, como en el XXI ha muchos conciertos cuyos precios siempre superan los 20€.

    en algun lugar he leido que el negocio de los musicos son los conciertos, festivales, … no en los discos.

    ergo, acudir a festivales (que no excluye ir a conciertos) hace mas por la musica que comprar discos de vinilo (que tambíen esta muy bien)

  6. raúl dice:

    Es la crítica más absurda y mal planteada que he leído en la vida. Demuestras tener 0 idea de la estructura de un festival, la idiosincrasia de este y menos aún (sobretodo esto) de música.

    Venga, sigue con tu radicalidad de postín que seguro eres lo más.

    Tontolculo

    • carlosalonsoromero dice:

      ahí ahí: argumentando!

    • carlosalonsoromero dice:

      quedo a la espera de algo de luz sobre la estructura del festival y su indiosincrasia para admirar el tamaño de mi error

      quiero toda la información: el estudio de mercado, los cachés, los beneficios y los contratos de exclusividad

      todo sobre la mesa, a ver si así me iluminas un poco, faltón

  7. dani dice:

    Carlos, mucho me temo que todos los argumentos en tu contra van a ir en la línea de «como sé que te gusta el arroz con leche, por debajo de tu puerta meto un ladrillo».

    d.

  8. carlosalonsoromero dice:

    http://www.lavanguardia.es/cultura/noticias/20100528/53936303774/el-primavera-sound-abre-con-un-lleno-de-ansiosos-de-musica-sin-prejuicios-forum-la-vanguardia.html

    «Ansiosos sin prejuicios», la mitad guiris, como dice Linés:

    «Ese promedio de entradas prometía un indudable éxito de asistencia, una asistencia, por lo constatado en la jornada de ayer con una presencia numerosísima de seguidores procedentes del extranjero, especialmente países anglosajones, un fenómeno que el año pasado no pasó desapercibido a la organización, y que ahora confirma plenamente que el Primavera Sound es una cita perfectamente consolidada en mercados tan decisivos como el británico, el francés o el escandinavo.»

    Fíjense que Linés habla de «mercados decisivos». ¡Los mercados! Al fin llegamos… Ah, la economía, esa polizonte infiltrada en la cabecita de los periodistas.

    Después, un comentarista, Pep, confirma la asistencia masiva de turistas y, con muy buen tino habla de aquellos espectaculares conciertos de Pavement y Superchunk que algunos tuvimos la suerte de ver… a años luz de los conciertos «guns’n’rosescos» que vio la gente ayer y que ya no se pueden ver hoy… ¿porqué será?

  9. Alberto dice:

    Algunos de los que gastamos dinero en discos de vinilo, investigando y descubriendo música que generalmente no se escucha en nuestro inmediato contexto social/geográfico, también salimos de nuestro nuncajamás y los pinchamos.

    Y damos a conocer a públicos como tú, Malaconciencia, que de tan vanguardistas que sóis os los acabáis bajando de la mula o de donde sea que se descargue la música. Eso sí, que sigamos investigando los de la «reserva nostálgica», no os vayáis a herniar vosotros. Pitiminís.

    Por otro lado: Buscar el aspecto heróico de ir a macrofestivales («acudir a festivales hace más por la música que comprar discos de vinilo») es de una ridiculez pasmosa. ¿Pero realmente crees que estás haciendo algo «por la música» por acudir a un macrofestival? ¿O por comprar un disco?

    Hacer algo por alguien o por un ideal requiere proactividad. Requiere HACER cosas, no limitarse a consumirlas (de manera acrítica, además, cuando se habla de festivales). Si vas a un festival o compras un disco para escucharlo tú solo (en el formato que sea), estás disfrutando de una adquisición (un soporte fonográfico, o un espectáculo). Lo cual está muy bien, ojo. Pero -in sé- no tiene nada de heróico.

    Luego viene Raúl.

    Este también dice una barbaridad, porque cualesquiera que conozca mínimamente la estructura interna de un macrofestival (ésto es: cómo funciona, quién se reparte el dinero, cómo, qué aspectos contractuales entraña, etc.), sabe perfectamente que casi todo son argumentos EN CONTRA del proprio concepto del macrofestival.

    Luego, no contento con eso, acusa al autor del post de -directamente y sin mayor dilación- no tener ni idea de música.

    Ah! Bien! O sea, que hay que ser musicólogo licenciado para poder hablar de festivales musicales? O quizás poseer la discografía completa de todos los artistas de Pop habidos y por haber? O estamos hablando, quizás, del MERCADO de la música y de que el autor no tiene ni idea sobre el mismo?

    En fin. A mí me pasa como al autor del texto. Desconfío mucho del empacho mercantilista que supone un macrofestival, y soy de los de no aguantar a decenas de bandas, entradas prohibitivas, consumiciones a precio de oro e institucions municipales metidas tan ricamente en el ajo, por uno o dos grupos que REALMENTE me interesa ver.

    Pero.. hey! Perdón. Os tengo que dejar. Tengo que volverme a integrar en la reserva, que me aguarda en nuncajamás.

    Vosotros que lo paséis bien en el Fórum, que para lo que pagáis, ya toca.

    A

  10. El hombre con la botella de meado dice:

    Vaya, que por una vez pensaba que encontraría una entrada bloggera que criticara la oferta musical y diciendo donde fallan y qué se están perdiendo y después de 4 parágrafos de forraje sólo me encuentro que su principal error es que su formato es ambicioso y la empresa consigue hacer dinero.
    Supongo que deberé seguir buscando y esquivar escritos como éstos que con tanta torpeza caen en el reduccionismo más pueril y demagogia de la mala porque, chato,

    «[…]y reconoce estar haciendo el mal»

    Eso es un delirio pajeril. Si aún a pesar de las alergias y demás debilidades consigues reunir testosterona para alimentar tus guistantitos y te das un vuelto por los alrededores, es poco probable que veas entre la gente expresiones apesumbradas y tristeza generalizada. Aunque claro, supongo que, a ese respecto, siempre se puede ser snob y articular más reduccionismos contra la masa.

    Pero bueno, los arrebatos demagogos no creo que sean el punto débil del escrito. Hay ciertos razonamientos que no se cogen ni con pinzas. No traes a U2 ni Shakira, vale. Entonces traes a cien bandas y hacen el mismo efecto. Mentira. Si traes a 50 Pants Yell! y 50 Orange Juice seguro que hacemos feliz a más de una comadreja snob a lo Kiko Amat, pero, a pesar del encanto de las bandas, no llenarás. Aunque sean 200. El primaveras llena porque saben escoger bandas dentro de su política musical que además tienen un número X de fans que unidos forman esas cifras demoníacas que auguran el apocalipsis.

    Y está claro que hay damiselas delicadísimas que después de un concierto tiene que agarrarse al brazo de un galán para poder «digerir» el concierto y esperar que la banda venga a darte las sopitas, pero, por otro lado, también se puede aprovechar la oportunidad y tener contacto con bandas que ni por asomo puedes ver en este país en conciertos y festivales gratuitos. Yo el año pasado vi a Shellac, Lighting Bolt y Marnie Stern y que Diox me disculpe, pero fue memorable y esos euros que me gasté no me pesan lo más mínimo.

    Pues nada, un placer. Me despido con una sonrisa y un abrazo, para que no se diga. No me iré, eso sí, sin recomendar follar sano, que es algo que viene bien para liberar toxinas, que por aquí abundan más de lo necesario. Recordad: no es lo mismo montar un follón que follar un montón.

  11. Rafa dice:

    Me ha encantado leer este texto que comparto al cien por cien, al menos, ya me ha quedado claro que no soy el único bicho raro que hay en el mundo y que todavía quedan aficionados a la música con una visión similar a la mía. Tu reflexión sobre el Primavera es perfectamente extrapolable al resto de festivales que se celebran en la península, que no son más que macrobotellones al aire libre en los que algunos listillos aprovechan para hacer suculentas cajas a costa del embobamiento generalizado. Más delito tienen aún los festivales subvencionados con dinero público mientras el país se desangra y a los trabajadores nos piden (nos obligan) a ser solidarios mientras recortan nuestros derechos.

    Pero en el momento de repartir culpas sobre la proliferación y éxito de estos macrofestivales, no habría que cargar solo contra «promotores» y supuestos aficionados, ¿qué me dices de los grupos? yo creo que ningún grupo, incluso esos grupos de sala pequeña que tanto nos gustan, dirían que no si los llaman para participar en uno de estos eventos. En este hecho también puede radicar una de las claves para entender la prostitución de la música y el éxito de estos macronegocios.

    Un saludo!

  12. Ansiosa con prejuicios dice:

    No és ara el «Primaveras»? No haurien d’estar molt ocupats ara mateix, el que firma Tontolculo i el Urófago, corrent d’escenari en escenari? Escriuen al blog a través de les seves blackberries i iphones?

    Això sí, el Kiko pilla sempre, vagi del que vagi el tema! 🙂

    Una fan de Nazgûl Rain.

    • El hombre con la botella de meado dice:

      Això que dius demostra que el dissabte no estava al festival, però, d’una altra banda, això no vol dir que no hagués pogut estar allà el divendres, el dijous, l’any passat, l’altre o mai. En qualsevol cas, tan se val, ja que el que comento es refereix a la falta de profunditat i solidesa dels arguments del text 😉

      P.D.: Per cert, en aquest blog s’esborren respostes encara que no continguin insults? Ahir vaig escriure una resposta i ha desaparegut.

  13. carlosalonsoromero dice:

    Sí, és el que passa amb internet i l’anonimat dels internautes: passen per aquí, diuen cuatre parides sense argumentar, es caguen en tú i en els teus col·legues i s’en van a brenar… bah! La cosa es discutir amb qui ve amb raons: als altres, ni cas.

    • El hombre con la botella de meado dice:

      Caram, doncs encara que en veritat sapigues el que vol dir «argumentar», està clar que no prediques amb l’exemple

  14. oserenul dice:

    els macrofestivals son una merda. el mercat musical es una altra merda i no descobrirem q LA MUSICA ES UNA GRAN MERDA i entre tanta merda n’hi ha alguns q hi trobem perles q els merdosos NO son capaços de percebre. Pero no cal barallar-se per un ‘primaveras’ o un ‘sonat’. Personalment, mai he entes el concepte MACRO a no ser q sigui per:
    1-veure bandes caduques sense un present trempador
    2-anar a follar erasmus o nibelungas borratxes
    3-rebre una rebaixa en el mobil o qualsevol altre promocio idiota markertiana
    4-els abans citats son el q tot bon merdos intenta aconseguir en qualsevol macroeventoguaysymodernocabreril i q per aixo val la pena pagar el salari ‘rebaixat’ a un bon funcionari i suportar gilis q els importen 3 merdes els dixies o els q siguin si poden fer realitat el punt 2
    recomanacions varies:
    1-es bo poder pagar la pensio de jubilacio de bandes com els pavimento,cal ser agrait amb els q tant t’han agradat
    2-follar? recomano que si vols follar, amb la pasta del festival et pagues una bona mamada a ‘la boqueria’ i et tatararegen qualsevol temazo dels pixies
    3- ah,el sistema!
    i4-TODO NOS PARECE UNA MIERDA, MENOS LO NUESTRO

  15. El Gran Ovejo dice:

    UF! el finde en el monte y la que se lia. Esta me recuerda a una de hace 3 o 4 años en el absolut.

    Por ejemplo éste:

    mala conciencia Says:

    Mayo 28, 2010 at 12:30 pm
    los que gastais en vinilo quedais en la reserva nostálgica de nunca jamas.

    en el s.XX, como en el XXI ha muchos conciertos cuyos precios siempre superan los 20€.

    en algun lugar he leido que el negocio de los musicos son los conciertos, festivales, … no en los discos.

    ergo, acudir a festivales (que no excluye ir a conciertos) hace mas por la musica que comprar discos de vinilo (que tambíen esta muy bien)

    Cuatro frases inconexas, mal redactadas y escupidas de memoria como decálogo redux.

    Está claro que son maneras totalmente diferentes de entender la música.
    Mientras tú ( o cualquiera como tú) sólo aspiráis a aprenderos de carrerilla el top 10 del mondo lirondo y bajároslo antes que nadie para … para … para qué? (Es que no lo entiendo, de verdad) O incluso hablar de mercados o industria musical( no hablamos de música, sentimiento, emocion?).

    Hay otros que, aparte de comprar música en un formato que no sabes apreciar, aspiramos a abrazarnos borrachos y sudados a Peter Zaremba en el KGB ( él también borracho y sudado). A ir en moto a Bilbao lloviendo para ver a Brian Setzer. A ir a Vidreres un miércoles enfermo para ver a Dick Dale en un concierto memorable. Sigo?

    Y tu hablas de «industria musical»

    Como ves, no hablamos el mismo idioma.

  16. Jordi Sanglas dice:

    Muy buen articulo Carlos, como siempre.
    Yo también he sido un primaveras. Mi categoría es la de la gente que va porqué allí tocan algunos de los grupos más admirables y entrañables del Indie internacional (tanto por su independencia como por su coherencia profesional). Éstos son Superchunk, Nueva Vulcano i Pet Shop Boys.
    También porqué no se estar en casa y todos mis amigos, incluido mi señora, consideran muy inapropiado estar en otro sitio ese fin de semana.
    De modo que allí anduve, como un zombie, haciendo cola para casi todo.
    Me ha interesado este comentario: “Pero en el momento de repartir culpas sobre la proliferación y éxito de estos macrofestivales, no habría que cargar solo contra “promotores” y supuestos aficionados, ¿qué me dices de los grupos? yo creo que ningún grupo, incluso esos grupos de sala pequeña que tanto nos gustan, dirían que no si los llaman para participar en uno de estos eventos”.
    El noventa por ciento de los grupos que conozco personalmente no rechazaría una invitación al Primaveras.
    Y lo más grave de todo, por muy poco dinero.
    Si esto es así, de que nos quejamos, tenemos lo que queremos.

  17. Alberto dice:

    Yo hay otro aspecto que, dentro de mi ceporrez, no entiendo muy bien; y alguien deberá explicármelo:

    ¿Por qué este macrofestival se autoproclama como evento Indie, cuando detrás hay:

    1) Instituciones municipales (Ajuntament de BCN) y políticas (ICEX),

    2) Multinacionales musicales metidas en el ajo (aunque a menudo sea a través de subsidiarias pseudoindies)

    3) Espónsors que hasta le cambian el nombre al evento (que -de hecho- se llama, propriamente, San Miguel Primavera Sound)?

    ¿A aguien le parece realmente independiente eso? Ya no digo si mola o no mola; si me parece preferible adherir al formato, o mantenerlo bajo sospecha perenne. Pero se están llamando las cosas por su nombre cuando llamamos al SAN MIGUEL Primavera Sound un festival INDIE?

    En caso afirmativo, no puedo por menos que plantear las siguientes preguntas: ¿Qué es indie? ¿Qué era antes? ¿En qué se ha convertido?

    • nicky dice:

      a mi entender hace muchisimo que la palabra «indie» perdió cualquier relación semántica con la idea de la «independencia» económico que sustentó los primeros sello verdaderamente «indie».

      ahora el que dice «indie» viene a decir algo una de dos cosas: «pop moñas con letras para cerebritos» o «ruido horroroso que no hay dios que lo entienda»–o una mezcla de las dos cosas.

  18. Joan Carles dice:

    Hoy, lunes después del primaveras, estoy reventado. Tres días pegándome caminatas por ese desierto de asfalto que es forum, bebiendo garrafón a precio abusivo y viendo conciertos con un sonido de mierda. Hoy tengo otra vez la sensación de que a mis 31 me han vuelto a engañar. Cada año me pasa igual, siempre digo este año es el último, qué les peten. Pero siempre caigo, a mí me enganchan con el cartel, este año atacaron directamente a mi adolescencia con Pavement y Pixies, dos grupos de esos que te tocan la patata por todos lo recuerdos que te traen. Como ya habréis adivinado los bolos estaban a reventar y algo mágico se convertío en una puta mierda. Y de todo los demás grupos casi ni me enteré, os diré que con lo que más disfruté fue con Mujeres, Nueva Vulcano y Za! Tres grupos que estoy harto de verlos en cualquier sala de pequeño aforo de BCN. A parte de eso que me llevo es el rato que he pasado con los camaradas charlando y bebiendo pero eso ya lo hacemos de vez en cuando en cómodos bares o con comidas en nuestras casas alargando la sobremesa hasta altas horas. Así que sigo sin entender cómo cada puto año sigo cayendo en la trampa, espero que el año que viene su maligna maquinaria publicitaria no me ataque directamente al corazón y me ataquen con Bowie o algo parecido o tendré que volver a lamentarlo, seguro.

  19. mala conciencia dice:

    1o creo que yo no he hablado de industria musical, sino de musica.
    2o las novedades tambien existen en spotify, youtube, myspace, … i no sole en vinilo_apto_solo_para_gente_que_mola.
    3o ya he dicho que los festivales no excluyen a conciertos, és un complemento
    4o los que viven en nunca jamas creen que son lo mas, y no se dan cuenta que son iguales al resto del mundo, i creen el vinilo les da un toque molón
    5o es evidente que hablamos de sensivilidades y emociones, pero estas no solo las capturan las salas underground y el vinil.

  20. carlosalonsoromero dice:

    A ver: el hombre con la botella de meado cuyo mail es enviame tu mierda arroba lo que sea. ¿Crees que con esas credenciales y tus insultos tengo que ser demócrata contigo y no banearte? Si te llamases Pepe García, pusieses tu mail de verdad y escribieses con respeto, se te devolvería el mismo respeto. Y te llamaríamos Pepe. Pero tal que asín, te baneo todo lo que siga y te llamo pedazo de imbécil.

  21. carlosalonsoromero dice:

    No puedo evitar leer cuanta crónica del evento cae en mis manos.
    Casi todas tienen ese tono de «una cosa son los macrofestivales y otra cosa es el primavera sound». Un poco como la publicidad que hacen Audi o BMW pero trasladado al negocio musical. No conduces un coche normal: lo tuyo es otra cosa.
    Los críticos de los artículos que he leído repiten la vulgata de que el increíble gusto musical de los promotores del evento lo diferencia de todos los demás. Entonces, por arte de birlibirloque, todos los asistentes al evento quedan disculpados y ya no son como la borregada de Benicassim o los maquineros con ínfulas del Sonar sino tipos de buen gusto que saben separar el grano de la paja.
    Esto me me hace gracia, además, porque el criterio de selección -ese supuesto talento de somelier musical que tienen los promotores del primavera- es intentar programar todo lo que haya sacadomás un 8 en pitchfork durante el año anterior.
    Amos anda…

  22. Alberto dice:

    Me parece increíble la visión reduccionista de la que haces gala, MalaConciencia.

    O sea que, según tú, los millones de personas que, desde todos los rincones del mundo, compramos la música en vinilo somos todos (y sin excepción) unos tíos anacrónicos que creen que son lo más.

    A diferencia de ti, no voy a categorizar y decir que somos todos gente de bien; pues como es lógico entre millones de personas hay diferencias, que van desde el arrogant fucker que sustituye su personalidad inexistente por discos (de vinilo, o no), hasta la persona normal a la que le apasiona la música y ve, en el disco, el soporte ideal para disfrutar de las canciones que contiene.

    Entrando al trapo que planteas:

    Lamentablemente, los festivales SÍ excluyen muchos conciertos, puesto que los artistas que actúan en los primeros firman draconianos contratos de exclusividad (reforzados por cachets astronómicos, en el caso de los cabezas de cartel), con lo que durante un determinado período no van a poder tocar en la misma área geográfica donde se ha celebrado el festival, en un radio de varios Kms, además.

    ¿Realmente crees que a ésto se lo puede llamar «un complemento» no excluyente?

    En fin,

    A-

  23. àngel dice:

    totalment d’acord.
    a més de tot podem afegir que el PRIMAVERA SOUND S.A. es celebra en el recinte maleït del fòrum de les (in)cultures. Jo vaig assistir un any. Opino des de la meva curta experiència. Codis de barres, escenaris amb sponsors, sonorització espantosa, normes, seguratas, moda, tendències, pijisme total, prohibicions, cues per tickets dels tickets i dels tickets, marques, marques, corporacions, capitalisme integral i global.
    Una merda en nom de la indie-pendència, una farsa multicolor sense més objectiu dels organitzador que el creixement compulsiu, els records i marques d’assistència, el prestigi i les excel·lències capitalistes aplicades al format musical que menys ho necessita. Tremendo!

    Salut i revolució!

  24. MrBlu dice:

    Y aunque no comparto todas las ideas expuestas, aprecio y agradezco el esfuerzo por hacer un análisis y una sucesión de ideas, una tesis…me quedo con la dirección del Blog y por aquí nos veremos
    1Abrazo!

  25. carlosalonsoromero dice:

    http://www.lavanguardia.es/participacion/noticias/20100530/53937032383/de-sudokus-y-orgias-primavera-sound-2010-la-otra-cronica-auditori-charles-chaplin-hollywood-barcelon.html

    Lean, lean… Hasta bocadillos con nombres de intérprete. Al final van a hacer verdadera aquella frase de «¡póngame cuarto y mitad de grupos indies!»

  26. El Gran Ovejo dice:

    Una de las cosas que más me molestan de estos «festis» es que se creen lo más modelno, e innovador y vamos. nada más lejos de la realidad.
    La tan manida frase de » aqui los ves antes de que triunfen» me revienta. Grupos que llevan dos años pateándose Europa entera y han grabado dos discos, los ven por primera vez en el PS y a la gente se le mojan las bragas y se creen pioneros del Far West ante SU pepita. Y ojo que no digo que sea la primera vez que tocan aquí, es probable que hayan tocado un dia en Almansa, Sant Feliu de Codines o la Roca del vallès, pero como no salieron en portada de la prensa especializada, no cuenta. Si no tienes sponsor no sales en los papeles. Triste no?
    Y lo de los bocadillos. Aparte de lo cutre de la idea, al lado de la Plaza Ibiza, hay un bar que lo hacía hace 15 años. Y seguro que hay muchos más que lo hacen. Que no lo comenten como una novedad ni nada por el estilo. Un poquito de decencia, hombre.
    Destacan también el hecho de que un señor X, líder del grupo Y se haya metido entre el público a cantar. Dios mío! Qué osado! Lo nunca visto! Que transgresor! Sorprenderse ante esto denota que no frecuentas muchos conciertos.

    De lo cual saco la conclusión de que los organizadores del PS ( y prensa amiga) tratan al público como si fueran gilipollas y no hayan estado en su vida en un concierto como dios manda.

    Al final, este discurso va calando en la masa y hay miles de gilipollas que hoy creen a pies juntillas que sin San Maikel, Fleineken o Vomistar, la música estaría perdida. En fin

    Lo dicho, este finde fiestas de la Prospe, a beber y bailar en la calle sin sponsors al ritmo de cualquier grupo del barrio.

    SALUD!!!

  27. jose dice:

    Hola Carlos!
    Soy Jose, tocaba en A Room With A View, espero que me recuerdes!
    Te acabo de recuperar la pista gracias a La Escuela Moderna (Uri me pasó todos los números la semana pasada, tremendo!!!).

    Joder, da gusto leer este texto y ver que todavía quedamos algunos que estamos en contra de estos macrofecalfestivales que (casi) han conseguido matar los conciertos!

    Yo sigo haciendo cosas pequeñitas y subterráneas:
    http://www.afeitealperro.blogspot.com

    Un saludo!
    jose.

    • carlosalonsoromero dice:

      Coño, Jose, claro que me acuerdo. Justo he sabido de tí por el programa de Roger, Maximum Clatellot… Qué coincidencia. También tuve noticias de Conrado por Artur, hace apenas quince días… Que cosas, joder. En fin, me alegro que disfrutes con La Escuela Moderna. También he hecho un fanzine con gente de por aquí entitulado «Acabáramos» y que puedes leer aquí:

      Haz clic para acceder a c2a1acabaramos0.pdf

      Lo de cantar sí lo tengo olvidadísimo…

      Estaré al tanto de afeitalperro. Lo poco que puso Roger de Smoking Room me pareció muy bonito.
      Un abrazo!

  28. carlosalonsoromero dice:

    En La Vanguardia han cerrado el asunto con un farolillo verde al organizador del evento por su éxito empresarial y con un artículo de Linés destinado a glosar las virtudes del festival. Básicamente viene a decir que para hacer una cosa tan grande como el primavera sound hace falta mucha dedicación, mucho conocimiento, mucho espónsor, mucho dinero y todo eso. Es decir: que para hacer el primavera sound hace falta el primavera sound. Lo que no se aclara en ningún momento es porqué hace falta.
    En fin…

  29. Alberto dice:

    No, si como éxito empresarial (entendido como inversión de pasta/ pasta recuperada) es indudablemente admirable; y creo que nadie lo duda a estas alturas.

    Lo que me parece lícito que algunos pongamos en tela de juicio, es que se pueda hablar del PS como de un éxito cultural: ¿Lo es? Y, si lo es, ¿por qué? ¿en qué se constata?

    La cosa, indudablemente, chirría.

    Y, aquí en especial, chirría mucho.

    Salut!

  30. carlosalonsoromero dice:

    Exacto, Alberto, es indudable que el primavera sound funciona, igual que la mafia, el capitalismo, el Barça de Guardiola o una máquina de pelar granos de café, pero aquí no estamos juzgando su eficiencia sino su conveniencia. Carajo, no es tan difícil de entender.
    Al final, contra los partidarios de este evento, uno termina discutiendo en planos distintos. Tú les dices: «no hace falta, es malo, elimina los circuitos de clubs» y ellos contestan «ya, pero es un éxito». ¿Mandeee? ¿Donde está la correlación lógica entre un enunciado y el otro?
    ¡O se me ponen a argumentar porqué no es malo y porque hace falta o ya no cabe hablar más del tema! ¡Santa paciencia que hemos tenido!

  31. Alberto dice:

    Bueno, lo que está claro es que a nivel de música en vivo (al menos, a nivel de la que personalmente me pueda interesar), Barcelona está mal.

    Llevo contabilizadas, en lo que va de año, una docena de giras de artistas extranjeros por España, que NO han pasado -o van a pasar- por Barcelona.

    No digo que esto sea culpa de los macrofestivales (aunque en algún caso conreto sí lo es, por motivos contractuales), pero queda clarísimo que algo está fallando en lo cultural, si por los escenarios de la segunda ciudad principal del Estado, no desfilan artistas que sí lo hacen en otras localidades mucho menos obvias/ consurridas.

    Aunque aquí me temo que me voy de tema y eso daría, tranquilamente, para un post aparte.

    Salut!

    A-

  32. Macarrismo dice:

    Aunque mayormente estoy de acuerdo contigo, a tu discurso le falla lo tipico. ¿Qué alternativas razonables hay a este modelo de festival?
    El poner menos grupos por festival y que las actuaciones no se solapen me pareceria una opcion sabia, por ejemplo.
    Pero mas alla de eso y de precios menos abusivos no veo mucho por donde tirar.

  33. Erudito de Salón dice:

    Increible. Seguro que no podrías decirlo en voz alta sin trabarte con tantas palabras bonitas.

    Esta experiencia musical es increiblemente mejor que esas giras en «salitas», además de que en la defensa de estas hay más pose que en todos los gafapastas del Primavera juntos.

    ¿Y el primero de los muchos motivos? Que es una experiencia que va MUCHO más allá de lo musical. La clave para comprenderlo es vivirlo. Comprendo que el no tener nadie especial con quien compartir dicha experiencia te llene con un rencor desmedido hacia la misma. Pero para los que si la tenemos, pareces gilipollas.

    • carlosalonsoromero dice:

      Obviando los insultos sobre mis capacidades o mi carencia de gente especial surrounding me, lanzadas al vuelo sin conocimiento y para provocar (aunque me gusta que me imaginen como una especie de Ignatius Reilly que vive con su mamá, jaja), me encanta este comentario porque me pone las cosas muy fáciles. Lleva inscrita una buena dosis de pensamiento mágico. Nos lleva directamente a lo incuantificable: La Experiencia que va MUCHO MÁS ALLÁ de lo Musical.

      Oooooh. Arrodillémonos.

      Muy bien: ¡ahora arguméntese! Dónde es «más allá» y porqué queremos ir.

      Yo, sin indagar en esos motivos personales indescifrables (que me recuerdan al estúpido e inargumentable «el barça és més que un club»), estoy de acuerdo con eso de que va mucho más allá. En concreto, va mucho más allá de lo musical para adentrarse en Lo Mercantil y, sobretodo, en Lo Gregario (cuestión de tiempo que se repita un Heisel musical en plan Los Pecos y mueran veinte erasmus finlandeses).

      Y en cuanto a «experiencia», para mí el Primavera es como un buffette frente a un restaurante como dios manda. O peor: es como si de repente sustituyesen TODOS los restaurantes por expoalimentaria. Pura bulimia musical. Puedes escoger en todo momento entre tres escenarios y muchas decenas de artistas. Tienes veinte stands, mil primeros platos, mil quinientos segundos y diez carros de pasteles… Qué asco, francamente. Todo esto me trae a la mente al gordo de The Sense of Life de Monty Pyton.

      En cuanto a los que me reclaman alternativas, por dios ¡qué falta de imaginación! Si nacieron después de 1990 es medianamente comprensible, pero si no, sólo puede achacarse a la falta de memoria o a que nunca han frecuentado ambientes DIY. Y ni siquiera: el resto del año, todo el tiempo que no abarcan los contratos de exclusividad del primaveras, vienen grupos y artistas estupendos si consigues estar al tanto: hace poco vino Svenonius con su Chain Gang y éramos doscientos pepes mirando, a un buen precio y sin un poster de San Miguel cegándonos la vista. Dentro de poco vendrá Ted Leo y, como si por arte de magia estalinista hubiésemos purgado a los erasmus, a los turistas y a los hipsters, volveremos a ser noventa entusiastas bebiendo cerveza de la buena en botellas de cristal…

      El Primavera Sound es ya puro branding. Una marca que revaloriza lo que toca y hace que sus consumidores crean que consumir primaveras es más. ¡Y los que van al Benicassim son unos zafios! Como los que prefieren wrangler a levis. Como se ve,.en lugar de pasta de dientes o yogures, los hallazgos de los laboratorios de mercado se han aplicado ahora al mercado musical con los mismos efectos de borrado del raciocinio, disminución de la capacidad intelectual y abandono del sentido crítico.

      Además, ya que nos ponemos a opinar sobre la programación del evento, algo que yo había evitado porque realmente me gusta, pongamos, un 30%
      de lo programado (y esa es realmente la magnitud de la tragedia): ¿vale la pena ir para ver a Pavement o Pixies prejubilados? Hace poco me escribió un colega y me recordó aquello de la nostalgia planificada o «la segunda vez como farsa». Todos esos indies que, con su género muerto y enterrado (¿»indie» respecto a qué?) pretenden ahora revivir momentos de hace quince o veinte años dinero mediante.

      Esos son tiempos pasados, y ahora sólo se puede ver a los mismos tipos con muchos más años, mucha menos intensidad y ninguna idea nueva. ¿Hace alguna falta exponer a estos hombres con talento a repetir el pasado como si fuese una condena? ¿Realmente alguien cree que es lo mismo ver a Pavement ahora que hace quince años? Puedo comprender a los que se tragan sus escrúpulos por ir a ver a Japandroids, Jacuzzi Boys, King Kahn o No Age o cualquier grupo que ahora esté en su apogeo y tenga su vidilla intacta, pero ¿a esos dinosaurios? ¿qué diferencia a esos indie kids de los jevis que van a ver hoy a Deep Purple?

      Por el amor de dios…

      • Alberto dice:

        «Esta experiencia musical es increiblemente mejor que esas giras en ‘salitas'»

        ¿Y por qué? ¿Que es que se oye mejooor? [Paco Martínez Soria mode on]

  34. dron dice:

    Buenas
    Yo asistí al festival, me lo pasé muy bien disfrutando de grupos que nunca hubiese visto de otra forma (Pavement, pixies… etc)
    Pero estoy de acuerdo con todo lo que comentas, es decir, me parece bestial lo caro, pijo, elitista y totalmente mercantil que es. Fuí con culpa, si, pero disfruté bastante con la música…
    Tu propuesta alternativa sería apoyar más las pequeñas salas independientes?
    Sería genial que hubiese una alternativa sin tanto ánimo de lucro feroz, sin tanto San miguel, moviestar, rayban…
    ciao

  35. Manolo dice:

    No te preocupes Carlos, el mercado proveerá. De hecho, como tú mismo constatas, podrás seguir pagando por chutes de autenticidad: Svenonius, Ted Leo & co…Hay de todo y para todos, ya se trate de «nostalgia planificada» o «nostalgia DIY», es el signo de los tiempos.

    • carlosalonsoromero dice:

      Manolo, esto de lo que haces gala es exactamente cinismo: ponerlo todo a la misma altura pasando de matices y valoraciones morales. Un concierto que vale cuatro chavos, que los promotores no hacen para enriquecerse y que ha montado un chaval que sencillamente tiene ganas de traer a tal grupo (como el ejemplo de Svenonius) ¿es «nostalgia DIY» a la altura de la nostalgia por-todo-lo-alto de Pavement en el Primavera? ¡Vamos, anda! Hay cosas que no son nostalgia DIY sino exactamente DIY. ¿Qué pasa? ¿Crees que eso ya no es posible hoy? ¿El mundo está rendido al capital y vamos a morir? Menuda posmodernidad de mierda. Espérate sentado. Tú crees que la gente que hacemos fanzines gratuitos y montamos cosas de vez en cuando gratuitamente o a precios simbólicos ¿lo hacemos por ser más auténticos? ¿A estas alturas?… No hombre no: lo hacemos por amor, por sentirnos vivos. Lo de la autenticidad te lo regalo.

  36. Macarrismo dice:

    A ver, naci en el 91 en un pueblo en el que habia una escena hardcore punk medianamente consolidada, asi que se de que va el DIY, pero lo que queria decir es

    • Macarrismo dice:

      que los festivales al aire libre no son un mal modelo que deba perderse. La alternativa que tu propones a los festivales son los conciertos en sala, y no creo que sean comparables.

      • carlosalonsoromero dice:

        Bueno, todo depende de las tragaderas de uno… el festival hardcore de Sant Feliu, por ejemplo, era una cosa muy de estar por casa y muy bonita… pero a medida que fue a más fue también a menos, y al final tenías que ver a grupos en un escenario inmenso, con todo el sonido perdiéndose en la inmensidad del universo… y te venían más ganas de irte al bar que de ver aquello… muy lamentablemente, porque siempre fue una idea buena y muy sincera.

        Igual pasa con el asunto este de Vilanova: un festival más o menos pequeño y bien organizado, pero llegas ahí y, como si fueras una avutarda en peligro de extinción, te ponen una pulsera de colorines, luego ves que para todo tienes que esperar: colas para comer, colas para beber, colas para cagar, etc… y la música, pues se escucha todo bastante mal y al final más gusto te da el cotilleo y los muslos de las mozas indies que el asunto en sí… la música, ah, sí, pues tocan Clem Snide un disco de Neil Young entero (¿eeeeein?) y tal, pero en realidad da igual porque se ve el mar y hay muchas señoras.

        Si es que en general, el modelo festival es algo que tiene muy poco que ver con la música y mucho que ver con el Evento, el «gathering», el estar ahí… Por eso encaja tan bien con el turismo y el modelo de promoción cultural de las ciudades.

      • Manolo dice:

        Hola de nuevo Carlos:

        Espero no alejarme demasiado del tema ni crear más confusión.

        En 1869, para el Boston’s Grand National Celebration of Peace, se reunió un coro de 10000 voces y 500 instrumentos para interpretar el Mesías de Handel. Asistió una turbamulta de agárrate y no te menees, claro.

        Bueno, posiblemente la música que hacía Jorge Federico no pueda ser definida como «indie»; tampoco sé si entra en tu concepto de lo que es «la música», Carlos, pero coñe, al menos estarás conforme en que es una prueba de que estos «gatherings» se vienen celebrando desde hace mucho (por lo menos, desde los tiempos de Esquilo, con las diferencias que quieras) auspiciados ya sea por el noble de turno o ya sea por la «casi-cola».

        …Y los eventos para pocas personas y en lugares de reducido tamaño no han desaparecido en todo este tiempo…Son diferentes experiencias musicales, pero en todas ellas la música es, en mayor o menor medida, protagonista. No ha habido históricamente una sola forma de disfrutar con la música o de participar de la música, ni creo que la haya.

        A pesar de todo lo dicho reconozco que las condiciones del «primaveras» son un obstáculo a mis demandas como público, pero por escala y duración; el resto puede quitarle encanto, vale, pero por sí sólas no me disuadirían de asistir.

      • carlosalonsoromero dice:

        No, no existe una única forma, de acuerdo: pero en el tema que nos ocupa, el primaveras, este festival hace todo lo posible para que, por lo menos en los meses que rodean el festival, no haya nada más… Es decir, que sus promotores saben que su éxito pasa por convertir temporalmente BCN en un erial, y eso, amigo mío es feo, muy feo. Además: han creado unas condiciones de contratación que no admiten competencia. ¿Qué grupo no desea que por una fecha le paguen lo mismo que por tres, evitándose la dichosa furgoneta y el castigo del hígado subsiguiente? Hace falta tener mucha conciencia y dos cojonazos para pasar de ese plan. De hecho, creo que ese debería ser el runrún a generar: intentar que haya intérpretes que se nieguen. En otro plano, porque soy consciente que es otro plano muy distinto, se logró algo parecido disuadiendo a Chomsky, Pérez Esquivel o a Naomi Klein de que fuesen a las charlas del fórum…

  37. Jones dice:

    Hola:

    He visto tu comentario enlazado desde la escuela moderna. Como festivalero que soy, te cuento por que me gusta ir. No. se, igual te caes del caballo y acabas un dia a las 6 am con una tajada de espanto, un tubo fluorescente al cuello y tirando minis de cerveza por los aires…
    1. Los festivales son divertidos. Mas divertidos que los conciertos en salas. Asi es, en general. Y tienes espacio alrededor para bailar. Y son al aire libre. Y el ps, no como otros, es comodisimo.
    2. A los festivales puedes ir con tus amigos menos musiqueros. Les puedes tener aprecio igualmente y querer ir con ellos. Por cierto, pueden acabar comprando musica, yendo a conciertos en salas, etc.
    3. Los festivales te dan una segunda oportunidad, los conciertos en sala no. Si un concierto es un gran tordo (Gary Numan o Pet Shop Boys), te cambias a otro. Segunda ventaja, puedes ver cosas que no conoces, pasas por ahi, te suenan bien, y te quedas.
    4. La duracion de los conciertos en los festivales es la adecuada para mi. Curioso que los adalides de las canciones de 2 minutos exijan despues conciertos de hora y media o dos horas. Pues yo eso se lo aguanto a cuatro grupos. Al resto, no. Es compatible lo que digo, por cierto, con estar viendo conciertos durante 8 o 10 horas seguidas, al ser variado, cambiarte de sitio..
    5. El sonido. No tiene por que ser un problema. Evidentemente, el sonido no suele ser perfecto, pero si hay conciertos, como el de Spoon el otro dia, que suenan a gloria. Y se nota que cada vez se hacen mejor las cosas. También en las salas el sonido es desigual. Y otra cosa, con grupos muy ruidosos, que en sala a mi al menos me dan ganas de salir corriendo, en festivales se pueden disfrutar alejandote un poco del escenario y sin que te duela la cabeza. A mi esta semana no me pitan los oidos.
    6. Los precios. En Madrid, los sablazos en cerveza del Joy Eslava, el Arena o el Moby dick son superiores a los del psound. Y el precio del abono (100 euros, 3 dias de conciertos y el festival de invierno tambien incluido), es de risa, en realidad.

    • carlosalonsoromero dice:

      Minis de cerveza? Fluorescentes en el cuello? Ja ja… ¡Qué jovenzuelo tan gracioso!
      Todos y cada uno de los puntos confirman aquello de que la música, en los festivales, da un poco igual: por eso puedes llevar a tus amigos menos «musiqueros» (¿musiqueros? ¿eres mexicano?), por eso puedes cambiar de un concierto a otro como si estuvieses saltando de stand en stand en expomascotas (¡olvídate de los hamsters, vamos a ver a los conejitos que son más monos!), que los grupos no tocan mucho porque si tocan mucho te aburres, que el sonido no suele ser «perfecto» aunque «cada vez se hacen mejor las cosas» (coño, después de 10 años, faltaría más…), que los grupos ruidosos se pueden ver de lejos para que no moleste el ruido… De verdad que me ha dado bastante risa todo. En lo unico en lo que casi tienes razón es en lo de la cerveza en las salas, pero ese es un argumento «a medias» porque varía según la sala, mientras que SIEMPRE, en TODOS los FESTIVALES del MUNDO, bebes cerveza de mierda en vasitos de plástico.
      Otra cosa que me hace de reír mucho es lo «variado» que es estar viendo conciertos ¡durante diez horas seguidas!
      De verdad que decís unas cosas tan de primaveras…

  38. El Gran Ovejo dice:

    Macarrismo:

    Si naciste en el 91, quiere decir que empezaste a ir a conciertos en 2005, 2006? Para entonces el tema de la publicidad en los conciertos estaba ya (lamentablemente) a la orden del dia. Y no quiero que esto parezca un discursito de «es que antes todo molaba más» pero viendo trayectoria que está tomando el mundo en general( directamente al guano), joder es que es cierto.

    Yo nací en el 77 y recuerdo que a principios-mediados de los 90, no existian ni los espacios Vomistar, ni salas patrocinadas. Y nadie las echaba en falta. El único gran festival que había aqui era el Espárrago Rock de Granada, luego vendrían el Doctor Music, en lo Pallars y muchos más. Al que por cierto, yo asistí un par de veces y me lo pasé en grande (sobretodo el primero, que me colé) porque aunque fuera de grandes dimensiones, era todo tranquilo, en las montañas … y no recuerdo publicidad por todos lados. El festival palmó por mala organización y no por falta de sponsors.

    Por otra parte, no me gusta el término DIY. Es como etiquetar y clasificar una cosa que no debería serlo. Recuerdo que hace años montamos una gira de 5 conciertos por casas okupas de Barcelona con el grupo de unos amigos. No existía el término DIY sino simplemente «lo hacemos nosotros y yastá». Fue el verano del 98 (creo) y cada colega de la colla haciendo de todo ( hacer bocatas, vender birras, pegar carteles…) No sólo recuperamos casi toda la pasta, sino que nos lo pasamos bomba e hicimos que mucha gente lo pasara bien. No nos forramos, ni salimos en ninguna revista o blog musical, pero sólo por sentirnos parte de una cosa tan bonita, valió la pena el esfuerzo.

    Mejor gestionado (éramos putas esponjas) seguro que habría dejado algo de ganancias, o sea que nadie me diga que las grandes marcas son necesarias para la cultura. Ellas han hecho que el panorama se convierta en lo que es.

  39. El Gran Ovejo dice:

    Yo el problema de las birras caras en los conciertos lo arreglo con mi petaca de whisky en el bolsillo.
    Por cierto Carlos: Qué disco tocarom Clem Snide? No te mola Neil Young? No me ha quedado claro.

    • carlosalonsoromero dice:

      Nah, era sarcasmo tonto: es que en el festival este de Vilanova tocan Clem Snide, que me parecen bastante bien, tocando el Zuma entero. Zuma es un discazo y Neil Young es un gran hombre pero ¿porqué hacen eso? Si Clem Snide acaban de sacar un disco bastante estupendo… forma parte, creo, de esa tontería para los «fanes» festivaleros que quieren algo «especial». No puede ser Clem Snide tocando Clem Snide, no, tócate los huevos.

      Ahí esa petaca! El día que me veas por ahí invita!

  40. Alberto dice:

    «Mejor gestionado (éramos putas esponjas) seguro que habría dejado algo de ganancias, o sea que nadie me diga que las grandes marcas son necesarias para la cultura. Ellas han hecho que el panorama se convierta en lo que es»

    … Coorganizo un club regular en el que suele haber, además de DJs, bandas en directo.

    En general, y cuando las bandas no vienen de muy lejos, el balance económico final es positivo.

    Si no lo reinvirtiéramos absolutamente todo (excepto un aguinaldo con el que recuperamos cena, desplazamiento, birras y, a veces, ni eso) en futuras fiestas y grupos más ambiciosos, seguro que los tres organizadores nos embolsaríamos una buena pasta al final de cada sesión (y eso, habiendo pagado muy dignamente a todo el mundo y sin necesidad de submarcas de Telefónica o de Ginebra barata venida a más).

  41. El Gran Ovejo dice:

    Buena cosecha la del 77. Háblame de ese club, Alberto. Que haceis allí? Dame más info. Es por aquí, en la zona de Barna?

    Carlos, lo de la petaca, en algún concierto. Y una birraca en el Heliogábal, cuando quieras. Para cuando otra pinchada de Hungry Beat en el Helio? Que iba a ser mensual y la última fue en marzo…

    • carlosalonsoromero dice:

      Ah, lo de Hungry Beat está, ahora mismo, algo difícil… pero todo llegará. Creo que la segunda sesión toca este mes de junio. Ahí estaré.
      Lo de Alberto, por los datos que da, creo que es el Boiler. Soul, bugalú, doo wop, northern y un etcétera largo. Fui un día y me pareció estupendo.
      ¡Había individuos vestidos como auténticos pinceles!

      • Alberto dice:

        En efecto, Carlos, es el Boiler.

        G.O., se trata de un club de rhythm & soul que se celebra cada dos meses en jazzRoom (lo que era la Cova del Drac).

        la próxima fecha es la celebración -en forma de weekender- de nuestro 7º aniversario (9 y 10 de julio) con el directo de The Excitements (R&B-Boogaloo, BCN) e Imperial Surfers (Frat – R&B – R&R, MAD), y la vista de los djs Roger Banks y Gav Arno (ambos desde UK) y Thierry ‘Batman’ (FR).

        Un saludo!

        A

      • El Gran Ovejo dice:

        El Boiler! Como mola!

        He oido y leído sobre este club pero nunca he ido. Aparte de pinceles, aceptan brochas gordas? Porque cualquier dia de estos me pongo chulo y paso por allí a mover el culo, que me gusta a mi el Northern Soul, el boogaloo y sobretodo, los largos etcéteras …

        Un saludo!

  42. sue dice:

    Soy una primaveras, y de las típicas que sabe que está haciendo mal pero sucumbe año tras año y festival tras festival…
    Cuando era una jovenzuela adoraba los festivales pero con los años el hastío y la repetición te hacen ver que todo es igual y que en realidad no tiene ningún sentido ir de festival pero aunque piense eso me justifico siempre con las mismas tonterías que nombras más arriba, lo reconozco.
    Es como llevar hate /love tatuado en los nudillos de las manos.Contradicción y debilidad pura y dura. Pero es una actitud que no me extraña para nada , es la común , la de las masas y se puede extrapolar a cualquier ámbito. ¿Hay que luchar contra ella? No creo que sea posible ,muy pocos lo harán.
    Mi actitud ha cambiado con respecto a los festivales pero sigo yendo , igual no voy a tantos como antes pero aún paso por el aro , por lo tanto no sé que es peor, no saber nada o saber…
    Por supuesto cada año irá más gente y los festivales tendrán más éxito no me cabe ninguna duda.

  43. Alberto dice:

    Gran Ovejo, se acepta, se acepta! 😉

    Piensa que las fechas son el segundo sábado de enero, marzo, mayo, julio (en este caso, y al ser el aniversario, se hace también de viernes, además de sábado), septiembre y noviembre.

    Salut!

  44. man dice:

    LA ALTERNATIVA YA LA DEJÓ CLARA KIKO AMAT

    «VAMOS A BAILAR UN ROCK AND ROLL EN LA PLAZA DEL PUEBLO»

  45. hansen dice:

    todos los come-vinilos sois unos pesados. Iros a ver a los putos Comet Gain en vuestra puta sala minuscula con vuestros amiguitos y dejad de dar la brasa.

    • carlosalonsoromero dice:

      Ok. La primera parte me parece un buen plan… pero dejar de dar la brasa… ¿por quién nos has tomado? ¡si esa es la salsa de la vida! A mí estos comentarios me dan un aire que ni el mestral, oigan.

  46. juandedios dice:

    joder, si tenemos que esperar que estos anarquistas de salón traigan a Van Dyke Parks, Michael Rotter, Boredoms, Young Marble Giants, Shellac, Nick Lowe, Morente, Modest Mouse o ESG, vamos aviaos.

    Me parece muy bien que hagais fanzines gratuitos y cositas para vosotros y vuestros amigos, pero será eso y nada más, calidad ínfima para morirse de hambre, mediocridad disfrazada de independencia, historietas para autoengañarse y entretener a los nietos, para irse a la cama pensando que uno es el último mohicano.

    Y oye, por mí perfecto, pero estaría bien intentar defender la postura propia sin tener que atacar la del otro. snobs metiéndose con snobs, la sublimación del aburrimiento.

    Y que nadie se digne a responder, solo he venido a hablar de mi libro.

    • carlosalonsoromero dice:

      Claro que me digno, obamadediós, o ¿qué crees? ¿que te pués venir a este blog de mierda mediocre a dejar tu tifa sin que te salpique? La que has hecho es una lectura muy rápida y muy tonta de todo lo escrito. Yo no quería defender lo mío, a mí me importa tres cojones la autenticidad y lo que podáis pensar los pacoumbrales… pero vinieron comentarios de primaveros ofendidos pidiendo alternativas y nosotros dijimos lo obvio: que hace mil años que hay DIY y que cada uno puede hacer sus cosas pasando de espónsors de mierda y grandes capitales… yo en realidad lo que hice desde el principio es CAGARME EN EL PRIMAVERAS, pero no por defender lo mío, sino por CAGARME EN ELLO, porque, eso de defender la postura propia sin atacar la del otro… cómo coño se hace si lo único que quieres es atacar algo. No le des la vuelta a las cosas. Hacer crítica es posible. Y no hace falta disculparse ni andarse con remilgos de socialdemócrata… Joder, de repente es como si no hubiese existido el punk y todos fuésemos borreguitos gilipollas…

  47. El Gran Ovejo dice:

    Cuando ya no tienen argumentos, queda claro que, en el fondo, lo que les molesta de verdad es que digamos a los cuatro vientos que los primaveras son gilipollas. Claro, tu que pensabas que eras el más modelno de la colla y quedabas supercool en el curro a la hora del almuerzo.
    Yo quiero caeros mal y que no vengais a tirar minis de cerveza con un collar fosforito (sic) a cualquier sitio que no sea el puto fòrum. Ya se que me dirás que tranquilo, no pensabas venir, pero una vez al año no viene mal recordar que no os queremos. Yo lo haría cada semana, pero tengo mejores cosas que hacer.

  48. ascopena dice:

    Chico, en este blog se respira un aire de resentimiento tal que parece mentira que esto sea internet.

    En tu estúpida (y casi por completo alejada de la realidad)y categorización del público del festival se te olvida la gente que va porque le gusta ir, sin culpabilidades ni madremias ni ostias. Como mi colega del pueblo (ah vale, es que es de provincias y eso lo descalifica como persona de seny automáticamente)o yo mismo si pudiera permitírmelo. Y bueno amiguín, todo eso del «circuito de clubs» (JA!) está estupendo si vives en Madrid/Barcelona pero ya me dirás qué hostias hago con el maravilloso circuito de clubs de Valencia. Ah, sí, ver un concierto «tocho» cada dos años y a un 20 por cien (20€) del precio de una entrada del horrible, horrible festival devora niños. O ver al mierdas de King Khan por el mismo precio creyéndose que sigue siendo divertido salir vestido de mujer y no tocar ni una puta canción.

    • carlosalonsoromero dice:

      Me estoy dando cuenta de que todos los faltones tenéis mails y webs inventadas pa insultar. Lo suyo sería que llegáseis aquí con un nombre más o menos creible, pongamos Javier, y desde un blog o algo medio decente. Pero no, son «identidades de odio», deseñadas para escupir bilis… o sea, que ya me dirás tú el caso que os podemos hacer aquí. ¿Puedo categorizar sobre esto? Además: ¿a mí que me cuentas de tu amigo de pueblo y de los problemas de la huerta? ¿Sabías que yo tengo un primo en almería que tiene un oso polar?

  49. El Gran Ovejo dice:

    Pues chaval, en Valencia teneis algunas cosas que ya me gustaria tener aquí, como el Funtastic Festival, Wau y los Arghhs, los Friegaplatos…

    King Khan un mierdas? tu si que eres un mierdas

  50. ascopena dice:

    Moniato, esta es mi dirección de mail. Y no sé, si me vienes con que a ti qué te importan los problemas de la huerta (qué ingenioso el tío, ha asociado pueblo-provincia-huerta! lo que a mi debe de convertir en un llauro)pues qué te voy a decir de lo que le importan a nadie tus disquisiciones de anarquista de salón de té. De todas formas, es tan sencillo como que la gente que no es de BARCELONA también le gusta la música, que lo creas o no para gran parte del público del Primavera es de lo que va la cosa por mucho pijo y poser que se plante allí.

    Y bueno, Ovejo (ascopena está mal pero «el Gran Ovejo» es un nick respetable?) lléname los 52 fines de semana del año con Funtastics y conciertos de los Wau (mira, estos tocaron en mi huerta hace muchos años y los trajimos nosotros) y yo contento, pero es que no, no se puede y además sería un coñazo. Por otra parte el Funtastic no deja de ser otro horrible horrible festival, que sí, que los organizadores no se forran con él pero también dudo mucho que los del Primavera sean millonarios.

    • carlosalonsoromero dice:

      No seas tan faltón, hombre. Que lo mío ha sido una rajada sociológica, nada que ver con un «eres un cabrón» que practicáis los priimaveristas. En fin, si os lo tomáis tan a lo personal es que los del primaveras os la han colado pero bien… ese grado de identificación con el expomascota este habla muy mal de todos vosotros. Joder… ¡que sólo es una empresa montando un megaevento! ¡Que no me estoy metiendo con vuestros padres!… En ninguno de los posts críticos que he hecho contra cualquiera de las otras mil cosas de las que he rajado he visto un alineamiento similar. Bueno, sí. UNa vez que mencioné la palabra Israel. Con el primaveras pasa algo parecido. Esto del primaversimo parece una versión hipster del sionismo.

      Yo tenía un compañero de clase que se ofendía cuando te metías con Nike. No con la diosa, no: ¡con la marca! En general, me recordáis un poco a él, sólo que veinte años después…

      Bueno, y para acabar, porque ya empiezo a estar desfondado y a tener ganas de hablar de otras cosas: no me meto con la gente de pueblo, sino con los que se tragan la supuesta sofisticación del megaevento y acuden a él de lejos… Yo mismo soy mucho más pueblerino que ellos y prefiero las cosas más sencillas. Aquí en los pueblos siempre han sido más activos y espabilaos que en la city…

      Y ya para acabar, un pensamiento de estos mediocres de calidad ínfima que he tenido estos días: más de la mitad de los grupos del cartel del primavera no llenarían una sala de media capacidad, y si sumásemos la asistencia a todos los eventos, puestos uno por uno, a duras penas contaríamos treinta mil personas. Y de esas treinta mil, la mitad serían asiduos a conciertos, o sea que, así a ojo de buen cubero… tendríamos veinte mil personas interesadas en el asunto. Muy bien… de esas 20 mil a las ciento y pico mil de este año, hay unas ochenta mil personas de diferencia… no sé. Bajo mi punto de vista esa diferencia sólo se puede salvar con marketing, atrayendo a esporádicos, turistas y, en general, a gente más interesada en el evento en sí que en su contenido. Por eso lo de hacer marca y lo de convertir a su público en «adeptos».

      En próximos posts: la conspiración de los primaverianos. Quién mueve los hilos en Barcelona…

      Ah, y he borrado un comentario faltón con el Boiler club, que no tiene nada que ver conmigo ni con esto… y todo porque uno de sus organizadores me daba algo de razón… Es decir: que si vais a venir a argumentar y lo más lejos que vais a llegar es a llamarme anarquista de salón, adelante. Pero nada más adelante de eso. Aviso, para que luego no se hagan ustedes los ofendidos.

  51. Adri dice:

    Hola Carlos. Lo que es indiscutible es el sentido del humor con el que está escrito el artículo. Me he reído con tu descripción de prototipos, que por otra parte comparto plenamente.

    Sin embargo, yo me lo paso muy bien en el primavera, y tampoco entiendo muy bien tus argumentos, la verdad. ¿Por qué el esnobismo que se desprende de tu confabulación es más válido que el del chico odiador?¿No has pensado que tú puedes ser una víctima residual más de todo este circo, el que se mantiene al margen, la víctima paroxista?: «Compro discos de vinilo y no voy al primavera». «Tengo 5000 vinilos y estos modernazos no tienen ni puta de soportes».»¿Cómo pueden flipar con Cold Cave si en su puta vida han oído hablar de los Fleshtones o los Dentists?». Si la tuya es una crítica al mercantilismo, como he creído entender, la veo un poco destartalada y anticuada: romántica, sí, pero un poco chorra, floja, desdibujada. Además, también podríamos esgrimir tus teorías con conciertos en salas pequeñas.Valen igual.

    Por último, recuerda que el de Barcelona también es «de provincias» (con todas las rémoras y complejos que esto conlleva).Ejemplo:Rockdelux -revista q compro habitualmente desde hace muchos años, como tanta gente- es una publicación de provincias total (ese planteamiento, ese chauvinismo tan rancio, la prepotencia del provinciano aburguesado ilustrado de izquierdas, me aburre tanto…).

    Con todo, reitero: tu artículo, aunque derrama ciertos destellos talibanes, me ha gustado mucho y me ha hecho reír (lo más importante).

    Un saludo

    P.d. por ejemplo, vi el concierto de The Clean junto a Ira Kaplan de Yo la Tengo entre el público, estuve hablando con él…: un recuerdo precioso que siempre tendré. Por lo menos para mí.

    • carlosalonsoromero dice:

      Bueno, claro que he pensado todo eso, pero no estoy de acuerdo. Primero, porque creo que estar al margen es simplemente estar al margen. Si es un estar al margen consciente, sólo implica rechazo. Atribuirle otro sentido es malintencionado. Colocar este rechazo al mismo plano que la comunión total con el mercadeo… qué quieres que te diga, me suena a un «pues y tú más». Y no, yo no más, yo no nada. Exactamente NADA. Y lo de los vinilos, la autenticidad y todo eso, no está en el artículo porque a mí presumir de eso no me gusta. Y tampoco la tengo tan gorda. Pero ya que lo mencionas, creo que también está ligado a la filosofía del primaveras. Bulimia de acumulación de mp3’s. Poca atención a la música. Dispersión. Millones de cosas a la vez. Bufette de postres. Expomascota.
      Y claro que es una opinión romántica y trasnochada. Ahora lo que se lleva es eso, el primaveras, la despreocupación, el ir con un huevo en cada mano… En este orden de cosas ¿¡Cómo no va a ser la mía una opinión trasnochada!? Lo importante no es tanto la actualidad de las ideas como su certeza, su vigencia.
      El RDL, qué te puedo decir, es un puto desastre. Es el Mojo mal escrito y con un mes de delay.

  52. hansen dice:

    Soy el del comentario CENSURADO. Creia que tu estabas en la organizacion de tal evento. Me he confundido. De todas maneras creo que no he faltado al respeto a nadie solo he expuesto mi vision del Boiler como tu has hecho con el Primavera(deja de llamarle primaveras que no se de donde te lo has sacado). Así que ahora no vayas de vamos a cagarnos en todo menos en mis amigos.

    • carlosalonsoromero dice:

      Sí, sí, ponlo en mayúsculas. CENSURADO. Todo el que se pase de la raya, será baneado ipsofactamente. Métanse con mis argumentos sobre el primaveras, pero no con mi persona ni con la de otros opinadores. Ya lo han hecho bastante hasta aquí, ya no me queda paciencia. Como comprenderás, si entras en casa de alguien diciéndole que sus muertos y que su madre esto y lo otro, quejarse luego del sopapo pues francamente, no sé qué esperas…

  53. Alberto dice:

    No he leído el comentario sobre el Boiler, aunque hay una frase de quien ha ejercido la crítica que me llama la atención: «todos los come-vinilos sois unos pesados. Iros a ver a los putos Comet Gain en vuestra puta sala minuscula con vuestros amiguitos y dejad de dar la brasa».

    Sólo un apunte, Hansen, y es que si entras en un blog de un tío con opiniones determinadas sobre uno o varios temas, puede gustarte o no lo que diga, pero en ningún momento esta persona te está dando la brasa. Con que no entres en su blog, ya está. Arreglado.

    Todo ésto, claro está, al margen de que hay millones de blogggers con opiniones muy polémicas y que no coleccionan discos.

    ¿Pero la brasa? La brasa es algo que alguien soporta, aún sin quererlo, de puro estar omnipresente. A mí, por ejemplo, me da mucho la brasa el fútbol (basta ya de poemas en prosa sobre el Barça, por dios!), Belén Esteban (basta ya de ponerla hasta en la sopa!) o las soluciones a la crisis que proponen gobierno y oposición (basta ya, a secas!).

    Sobre el club que coorganizao esta no es, sin lugar a dudas, la plataforma donde debatir sobre ello; aunque todas las críticas (constructivas) son bienvenidas.

    Antes de escribir ésto he releído atentamente mis posts y no encuentro nada ofensivo, pero si se me ha colado algo que ha podido ofender a alguien, pido disculpas.

    Un saludo,

    Alberto

  54. Daniel dice:

    Yo no voy porque es demasiado caro. Aunque me puedan interesar algunos grupos que van. Así funciona, si te ofrecen algo y ves que no compensa, no vas.

    Si alguien quiere ir, que vaya, pero yo prefiero gastarme ¿100? euros en otras cosas.

    Tampoco entiendo que la gente se gaste, ya ni lo sé, ¿60? ¿70? en ir a ver a Lady Gaga, Madonna o quien sea. Ni 35 euros en Sonic Youth. Ni en un carnet del Barça o una final de la Champions.

    Es más, hubo una obra de teatro radical hace poco en el Lliure de ese autor que otro año hizo una obra en la que se cocía un marisco. Pues tampoco fui, porque valía algo así como 24 euros. Y pensé, 24 euros para ver a un «radical», paso. ¿Radical a precio de show business?

    Cada uno elige. Pero bueno, tampoco hay mucho más. Por supuesto, el espectáculo lo domina todo. Yo todavía no he encontrado ninguna respuesta efectiva a eso. Aunque quizá todos esos no pagar, no pagar, no pagar… sean el principio de alguna respuesta. No lo sé. Lo hago, simplemente, para proteger mi bolsillo y poder dedicar mi relativamente escaso dinero a otras prioridades.

    Ya sé que no estoy aportando mucho a este post, pero mira, quizá mi aportación sea que las cosas tampoco hay que complicarlas mucho.

  55. e dice:

    a tu artículo soy afín, pero eres un romántico. yo una negativa. La cultura es un producto hoy en día, y como tal, le tratan de sacar rentabilidad.

    además es más fácil estar aborregado/anestesiado que pensar y eso, dudo que lo vayas a cambiar, suficiente tenemos en que no nos pille.

    Los que tenemos cultura de bar y nos gusta sentir un grupo, no se nos pasa por la cabeza el ir a esos sitios.

    Entiendo tu enfado, pero no gastaría más energía en ello. Promociona conciertos en sitios agradables y dedica tu esfuerzo a cosas que sí valen la pena.

  56. ptqk dice:

    Y en el fondo sigo teniendo esperanza de que pase como con las franquicias de carne, que se estrellarán y volverán Los Conciertos. O no? 😦

  57. gust_aboo dice:

    Ojoplático me has dejado, pensé que no iba a leerme toooooda la chapa y la he terminado devorando ¡hasta he releido párrafos! Caña pa to kiski, bien, bien. Siempre me han dado envidia las personas capaces de escribir tan claramente y sin faltar acerca de lo mucho que no le gusta esto o aquello. Desde la absoluta ignorancia de lo que supone ir a un festival (llámalo agorafobia o llámalo me parece una borregada) tengo una pregunta; ¿cuando dejaste de ser un odiador (me encanta el adjetivo) que va al festival para ser un odiador que lo pone a parir sin ir?

    • carlosalonsoromero dice:

      Nunca he ido a un macrofestival. Estaría bueno que la línea de odio fuese una cuestión de gusto personalo de hastío temporal! No: es un asunto más grande que yo.

      • gust_aboo dice:

        ¿Ein? Entonces no te entiendo si el odio no es una cuestión personal ¿Qué es? ¿Algo cósmico? ¿Viene inherente (de serie vaya, como el ABS en los coches)a según que seres humanos? Y si nunca has ido a ningún macrofestival creo que te vas a ganar unos pocos de ‘odiadores’ personales que si han ido a los festivales y además te quita credibilidad a la hora de criticarlos tan duro, a los festivales y a las personas que asisten. Me queda pendiente averigüar ese asunto que es más grande que tú, ah! y me sigue encantando el adjetivo ‘odiador’.

  58. Marius dice:

    me recuerdo pagando 400 pts por entrar un sábado al nitsa de la diagonal y, sinceramente, nunca en ningún FIB ni en ningún primaveras he sentido la misma emoción y la sensación de aventura. Que todo aquello (nitsa, Maravillas) haya acabado en estas mega-corporaciones del ocio ( Primavera S, FIB), estas ferias de abril de la modernez, me produce tristeza y, sobre todo, un bostezo de aburrimiento que mejor que no lo describa.

  59. ganvitero dice:

    Buenas a todos…Antes que nada felicitaros por una discusion interesante.Comparto personalmente algunas de las ideas de ambos ´bandos’ en este blog.Yo he participado de gran numero de festivales musicales.Nunca he dudado que sean un negocio, rentable o no,como cualquier otro evento masivo.Pero creo que lo unico saludable que podemos hacer como publico es disfrutar de la oferta o decidir no partipipar de ello.Los precios son excesivos , las bebidas muy caras y la masificacion es en ocasiones insoportable…Pero eso es un festival¡¡…Otra cosa es creerse que algunas festivales en particular hacen mas por la musica o los grupos que otros…ESTO ES UN NEGOCIO.A favor del Primavera se puede decir que tiene una de las mejores organizaciones que he visto(dentro de las dificultades tipicas de un macrofestival).

    Un saludo a todos

  60. […] Por último nos adentramos en las paradojas de los macro eventos y sus modelos culturales y económicos con Carlos Alonso Romero, a quien conocimos a través de este post. […]

  61. […] Por último nos adentramos en las paradojas de los macro eventos y sus modelos culturales y económicos con Carlos Alonso Romero, a quien conocimos a través de este post. […]

  62. gabi ruiz dice:

    Hola,
    soy Gabi Ruiz, uno de los directores del Primavera Sound. Acabo de leer tu artículo y te he de reconocer que me ha divertido durante un rato.
    Me ha hecho bastante gracia cómo utilizas esas palabras tan ampulosas con una autoridad tan convincente para disfrazar un discurso tan poco consistente. No sé hasta qué punto te estás riendo de ti mismo, porque pienso que ninguna persona puede toamrse en serio esas clasificaciones que haces del público que asiste al festival. De otra manera podría decirte que desprenden un cierto olor a xenofobia. Pero como digo, imagino que estás de coña.
    Del resto he terminado entendiendo que no te gustan los festivales de música, cosa que es tan fácil de argumentar como el que a mí no me guste el gallopinto.
    Lo que no termino de entender es porqué necesitas más argumentos a tu favor, y porqué para ello buscas excusas tan gratuítas como la de tu oposición al Capitalismo o la de tu amor por la música en salas.
    Ahí navegas a la deriva, tanto por desconocimiento total del sector del que hablas como en particular de la empresa a la que atacas.
    Puede que sea divertido realizar un ejercicio de estilo teorizando sin tener ningún dato objetivo al que agarrate para parecer así el más osado y divertido en tu círculo de amigos, pero si lo que intentas es trascender al mero ejercicio sintáctico creo que deberías intentar tener más elementos de juicio. De lo contrario estás jugando a ser arquitecto sin haber calculado jamás una estructura, lo siento pero tu edificio se caerá una y mil veces al intentar construirlo en el mundo real.
    Como te he dicho antes, creo que hay un montón de gente a la que no le gustan los festivales. Tengo un montón de amigos que no han pisado nunca el Primavera, como también tengo otros tantos que no van al cine o que no compran golosinas. Allá cada cual. Pero intentar justificar tu elección basándote en no sé qué vagos conceptos del manual perrofláutico del antisistema capitalista es tan pueril que produce algo de sonrojo.
    Porque qué datos objetivos tienes para imaginarme a mí delante de una mac en una bar del Borne…
    Porqué piensas que nuestras acciones las rigen estudios de mercado mientras hemos de tragarnos que las tuyas las motivan tu «amor infinito» a la música. Quién te ha hablado de nuestras «estrategias de reordenación de mercado»?
    Qué es eso de que los festivales están acabando con la música en directo en las salas? En qué estudios te basas para apoyar esa afirmación?
    En fin, qué quién te crees que eres para valorar el trabajo de los demás de forma tan ligera?
    A mí no me conoces de nada y tu cháchara de niño pijo puede que haga sonreir a tus amiguitos neomods (no tenéis edad ni para serlo de verdad), pero te aseguro que a mí me da más bien tristeza.
    No quiero entrar a contarte mi vida y milagros, cuántos conciertos me he chupado, en cuantos fanzines he participado, cómo se vivía en el underground de esta ciudad antes de que tú terminases la preescolar. Podría hacerlo, pero esa no es la cuestión.
    El tema es que estás prejuzgando a un grupo de gente que sólo intenta hacer un trabajo lo mejor posible, gente a la que de nada conoces y de la cual desconoces absolutamente sus motivaciones, sus inquietudes y sus principios.
    Por eso espero, que la próxima vez que te de por escribir acerca de lo que se nos pasa o no por la cabeza, me escribas al mail que te dejo arriba y pierdas un rato en saber de primera mano a qué nos dedicamos.

    Un saludo,

    Gabi

    • carlosalonsoromero dice:

      ¿Que quién me creo que soy? Me creo que soy cualquiera, y cualquiera puede criticar lo que no le gusta. Y ya está. No responderé a más obviedades: ¿hay que estar federado en algo para poder criticar? Joder, macho… Vaya ínfulas.

      Sobre que mi crítica del capitalismo y mi amor por la música en salas no tiene fundamento, que no os conozco, etc… Eso no es rebatir nada. ¡Arguméntese! Dime en qué parte estoy equivocado y porqué: ¿os organizáis como una cooperativa? ¿pagáis bien a los chavales que sirven cerveza mala?… En qué estoy equivocado y porqué… Si entramos a debatir, hay que hacerlo en condiciones. Os quejáis de que yo no aporto datos: yo sé lo que me han explicado algunos grupos participantes, a quienes no delato por caridad, porque a veces todos tenemos que poner el culo… en cualquier caso, lo que me han explicado no me ha sonado precisamente anticapitalista, vaya.

      A ver, vayamos sobre lo que vale la pena argumentar: porque todo eso de la gente intentando hacer su trabajo lo mejor posible, o mi sojuzgamiento, etc… que podríamos denominar «retórica del autoflagelamiento», no es ningún argumento: tan sólo sirve para intentar que el lector figure que el escribiente es víctima de algo. Me suena a la cantinela del sindicato de policía cuando les graban ahostiando a la peña…

      La estrategia de reordenación del mercado tal vez sea involuntaria (¿tan inocentones sois que no os dais cuenta?), pero lo es: hacéis o no hacéis contratos de exclusividad con los artistas que tocan? Si es que no, entonces me han engañado vilmente y pediré perdón. Si no, mejor que no os hagáis las víctimas de este don nadie con un blog, por el amor de dios… Y ni siquiera tanto: es fácil ver que si a Superchunk, que antes tenían que hacer una minigira por españa para amortizar el viaje, ahora vienen a vuestro festi y ya está. Que también es culpa suya, por gandules, sí, lo reconozco, y reconozco también que eso no ha aparecido con suficiente contundencia en mi artículo, lo cual es un error.

      Todo esto entronca directamente con otro de las cagadas que se supone he escrito: todo aquello de que a uno les gustan las golosinas y a otros el primavera sound. No señor, como ya he dicho, si antes venían los Peni Flauts a una sala pequeña y ahora ya no vienen, entonces está claro que vuestro gusto, vuestro festival, está afectando a que yo disfrute o no de mis gustos. Ambos modelos son excluyentes porque los hacéis excluyentes. Y ya puedes autoflagelarte todo lo que quieras.

      Por lo demás, «Cháchara de niño pijo», «amigos neomods», que tú hacías fanzines cuando yo estaba en preescolar (¿cuantos años tienes, setenta, porque yo voy camino de cuarenta y hacía fanzines hace casi veinte años?) ¡eso sí que es prejuzgar!… Qué paternalista, qué asco este rollete de a ver quién la tiene más larga.

      En fin… me quedo esperando esa réplica esclarecedora en la que quedo como un tonto del culo.

      • the boss! dice:

        cuidado que te ha hablado Dios en persona. A ver si no vas a poder ni entrar en ningún bar de Barcelona ni a tomar un café…. el largo brazo de Gabi te va a tocaaaaaarrrrr… jajajajajaja

      • gabi ruiz dice:

        Voy paso a paso,
        Te repito claramente, quién piensas qué eres para entrar en nuestra cabeza y saber cómo actuamos o porqué motivaciones nos movemos. Dios?, un adivino? Como cualquiera que eres puedes criticar lo que te de la gana pero existe una línea que no debes pasar y es la de la verdad. Cuando presupones que somos una empresa que abraza el más vil capitalismo sin ningún otro dato que aportar más que el de que me lo han dicho por ahí… Venga ya, hombre, sé un poco más serio, no cuesta tanto.
        ¿Qué si somos una cooperativa? ¿Esa es la única forma de asociarse que a tí te parece justa? ¿Las demás las ha inventado el demonio del capital? ¿Las hemos inventado nosotros?
        Primavera Sound es una SL, una forma de asociación para poder generar una actividad de las que reconoce la ley. No sé si mejor o peor, pero es la que más se adecúa a nuestar realidad. La mayoría de los socios somos los propios trabajadores. No sé si esto es mega guay en tu mundo pero en el nuestro funciona, las reglas ya venían con el pack, así que no veo la manera de cambiarlas de un día para otro.
        No pretendemos ser ni capitalistas ni anticapitalistas, simplemente trabajamos en base a una ética que más o menos todos compartimos.
        Las bandas participan en el festival según sus propias condiciones, no tenemos un baremo fijo, si lo que nos piden nos cuadra aceptamos y si no puede ser buscamos otras alternativas. Es la única manera que tenemos para poder cuadrar un presupuesto. Las ayudas de las instituciones son ridículas y la pasta de los sponsors no cubre ni el 20% del festival.
        Nunca hemos cerrado un contrato de exclusividad con una banda más allá de lo razonable. Si Superchunk hubiese querido hacer algún bolo más en España mejor para nosotros, los gastos se reducen cuántos más promotores participan. De hecho, la gran mayoría de bandas que viene al Primavera están de gira. Obviamente ni a ellos ni a nosotros se nos pasa por la cabeza el hacer otro concierto en Barcelona, no sería lógico. Aún así han habido muchas excepciones y bandas que han estado en el PS han tocado en algún club de pequeño aforo. Y es más, muchas de las bandas que están ene le festival tocan gratis en los conciertos que realizamos gratuítamente en el parque Joan Miró.
        Obviamente el personal que pone cervezas cobra cobra por su trabajo y lo hacen con un contrato firmado. Si el sueldo es más o menos justo no es una cosa que esté en nuestras manos decidir, existen unos convenios y unas reglas de juego que te repito, nosotros no hemos inventado. Simplemente intentamos aplicar el sentido común.
        En cuanto a cómo afecta negativamente un festival a los conciertos en sala… Te vuelvo a pedir que me digas en qué estudio te basas para escribir tal afirmación. Nosotros trabajamos regularmente en tres salas diferentes y con la mayoría de promotores de España y no hemos percibido ese efecto en absoluto. La música en directo lleva unos años creciendo, tanto en festivales como en salas, posiblemente debido a la influencia de las nuevas tecnologías.
        Eso es un hecho constatable que no niega ni la SGAE.
        En lo de la edad, lo siento, soy mayor que tú. Eso tampoco tiene discusión.
        Y lo de el asco, el odio y otros tantos términos fuera de lugar te los podrías ahorrar. No he querido entrar en ningún momento en el rollito de «haber quién la tiene más larga», más que nada porque no habría color y me parecería feo intentar argumentar mi posición utilizando semajante gilipollez.
        Lo del autoflagelo también te lo podrías haber guardado, nada más lejos de mi intención. Estoy muy orgulloso de nuestro trabajo y me considero un privilegiado. Si no huebiese nacido en esta parte tan «blanquita» del planeta posiblemente estaría peleando por un salario de 10 dólares diarios.
        Y bueno, no sé si mi respuesta es más o menos esclarecedora, lo que te aseguro es qu eno intento dejarte como un tonto del culo. Es más, te doy las gracias por darme la oportunidad de responderte, aunque para ello tú y yo necesitemos estar dados de alta a una cuenta telefónica con una multinacional especuladora de esas que tanto odias. Cosas de la vida.
        Aquí quedo para contestar cualquier otra cuestión que te venga en gana.

      • carlosalonsoromero dice:

        O sea, que sí, que hacéis contratos de exclusividad (veo que necesitas cuatro párrafos para reconocerlo), pero los hacéis de tan buen rollo que prácticamente son los grupos los que lo proponen ¿no?

        Y los que se lo saltan lo hacen para tocar en otro concierto promocional (perdón, gratuito) que también montáis vosotros…

        Vamos a rebobinar: hago un artículo crítico contra muchas cosas pero sobretodo con esas prácticas oligopólicas y vas tú y me replicas que qué me pasa que quién creo que soy, te pido que me aclares si seguís esas prácticas (exclusividades, salarios de ocio nocturno de lo más precario…) y me dices que sí… ¿Qué clase de conversación es esta?

        Que me parece MAL, leñe. Y ya está. Que el mercao está así y la cosa está muy mala y todo eso, pues ya lo sé, no me chupo el dedo. De lo que va el artículo, es de que la vuestra es una fórmula nefasta para la música y que la lleváis a cabo en plan expoalimentaria…

        ¿Seguimos así otro rato? Mejor no ¿verdad?

      • Gabi ruiz dice:

        Ja, ja, ja… Pensaba que estaba dialogando con alguien con un poco más de nivel. Si tú quieres leer en mi respuesta que firmamos malvados contratos de exclusividad y que pagamos sueldos de risa cuando estoy diciendo todo lo contrario poco más podemos avanzar. En realidad me entristece mucho tu respuesta, esperaba algo más de este blog, pero veo que el nivel es muy flojito.

      • carlosalonsoromero dice:

        A ver, vamos a contar una por una las respuestas que no son respuesta y que, como te conozco, no sé interpretar (de hecho todas podrían ir replicadas por un inmenso ¿MANDEEE?):

        «Las bandas participan en el festival según sus propias condiciones»

        «Primavera Sound es una SL, una forma de asociación para poder generar una actividad de las que reconoce la ley. No sé si mejor o peor, pero es la que más se adecúa a nuestar realidad»

        «Nunca hemos cerrado un contrato de exclusividad con una banda más allá de lo razonable»

        «Obviamente el personal que pone cervezas cobra cobra por su trabajo y lo hacen con un contrato firmado. Si el sueldo es más o menos justo no es una cosa que esté en nuestras manos decidir, existen unos convenios y unas reglas de juego que te repito, nosotros no hemos inventado.»

        Obviamente, si tú tienes montado este tinglado tan de puta madre y monopolizas la música independiente durante el verano en Barcelona, los grupos y los sirvebirras van a hablar con vosotros con la cabeza gacha y la cantinela del «esloquehay». Y tú, que estás arriba de todo este proceso tendrás una percepción de que todos son superbuena gente y que están superdispuestos. Yo tengo la precepción contraria. Y ellos probablemente también. Supongo que te pasa lo que a todo patrono… Que le parecen supermajos todos esos hombrecitos dispuestos a generarle plusvalías.

        Pero no es sólo culpa tuya, ya he dicho en alguna réplica anterior que un buen montón de grupos tendrían que haber sudado de vosotros. Al fin y al cabo, la mayor parte de músicos no forman parte del sector sociológico pagahipotecas y están en mejor disposición de decidir según su conciencia. La próxima vez que escriba contra la música en formato «expoalimentaria», arremeteré también contra ellos, no te preocupes.

        Pero bueno, zanjando el tema, que un señor mayor de edad no se dé cuenta de que ese campo de concentración con música a granel apesta a pescao podrío ya es una cosa que tiene que ver con la sensibilidad de cada uno. Los hay que nos chirría, y otros lo organizáis, y supongo que lo suyo es que a nostros nos parezcan de ciencia ficción vuestros argumentos, y a que para vosotros nosotros seamos como el abuelo cebolleta, bárbaros, incultos, de poco nivel, preescolares, etc…

        Es un asunto de clases, por lo que parece.

      • gabi ruiz dice:

        Joder macho, qué empanada mental llevas.
        Lo del patrono es ya lo máximo. Me imagino a mí por el Forum montado a caballo recorriendo mis posesiones. De veras te crees todas esas tonterías?
        Como veo que ya no sabes a dónde agarrarte te hago un último repaso a todo lo planteado para que no te intentes escapar por la tangente como en tu última respuesta.
        Básicamente dices odiar al PS por las siguientes razones:

        PRIMER DOGMA DE FE:

        El PS daña a escena de clubs. Por su culpa cada vez hay menos conciertos en Barcelona. Falso total, te pido que me digas en qué estudios serios te basas para realizar tal afirmación (no respondes) y te digo que por el contrario nosotros programamos diariamente 3 salas de conciertos y que la asistencia de público no sólo no ha descendido sinó que se ha aumentado significativamente. No digo que sea por efecto del PS, simplemente constato un hecho que a mi entender puede estar motivado por el uso de las nuevas tecnologías.
        Además, es fácil de constatar que las bandas que debutan en el PS lo tienen después más fácil para girar por España. La desaparición del sello discográfico como motor de promoción ha dejado a los festivales como el único escaparate que tienen muchas bandas para dar a conocer su trabajo.

        SEGUNDO DOGMA DE FE:

        Esta gente del PS son unos yupies expertos en mercadotecnia que se han montado un tinglado a medias con las marcas para idiotizar a la incauta juventud.
        A eso te contesto que ni yupies, ni bares en el Borne ni participación de instituciones ni marcas. Lo que trabajamos en el PS llevamos en esto de la música en directo toda una vida y hemos montado un millón de bolos en las situaciones más adversas. También hemos escrito en fanzines (lo mismo o más que tú), compramos vinilos (los mismos o más que tú) y amamos la música sobre todas las cosas (lo mismo o mucho más que tú). Los diez años de festival han sido el fruto del esfuerzo de un grupo de personas que se lo han jugado todo por llegar a donde están. Ni ayudas de papá, ni créditos bancarios ni dinero de sponsors. Currando.

        TERCER DOGMA DE FE.

        Las exclusividades que impone el PS joden la libertad de las bandas.
        Chorrada espectacular y leyenda urbana que demuesta una vez más que no sabes de lo que hablas. La exclusividad es una estupidez de tiempos pasados. Las únicas bandas que hablan en esos términos son las grandes, las que cobran un dineral y te intentan vender la moto de que al ser exclusivo el concierto podrás vender más entradas. La mayoría de bandas que tocan en el PS están de gira y ahí están el resto de promotores españoles para atestiguar que trabajamos directamente con ellos muchas veces haciendo posible que con lo que pagamos nosotros esas bandas toquen en el resto del estado.
        Además, como tenemos cierta deuda con la ciudad ( eso es cosa de cada uno y así lo sentimos nosotros) muchas de las bandas que vienen al PS cobrando tocan gratis en el parque Joan Miró para que el que no tenga un duro pueda ver un montón de las actuaciones del festival por la patilla. Aquí podría seguir contándote un montón de actividades que hacemos sin ánimo de lucro pero nunca me ha parecido bien publicitarlas y no comenzaré ahora.
        Por otra parte y voy a ser tajante en esto, no hemos regateado ni una sola peseta a ninguna banda estatal y ahí están ellas para atestiguarlo. Cobran lo que ellos piden y no lo que nosotros ofrecemos. No recuerdo ningún caso en el que la banda haya intentado cobrar algo ridículamente exagerado, o sea que no hemos tenido problemas.

        CUARTO DOGMA DE FE.

        Esta gente del PS son unos neoliberales que explotan al personal.
        Una vez más aparece tu desconocimiento absoluto de lo que es un festival.
        EL PS dura tres días. EL personal que viene a trabajar lo hace durante un periodo de tiempo tan corto que es imposible que le vayamos a arreglar la vida y por lo tanto si deseas tener un personal eficiente le has de pagar muy bien. De otra manera pasan de venir. Durante estos años hemos tenido a familiares y amigos trabajando. Gente q con la que al terminar el festival nos vamos de copas a celebrarlo, gente a la que quiero y a la que valoro. Obviamente no los conozco a todos, eso es imposible, no conozco a tanta gente, pero todos cobran lo mismo, o sea que imagino que si a unos les parece bien a los demás también. Aún así te hice una reflexión, no sé qué grado de satisfacción puede tener cada uno, eso se me escapa. Veo por la televisión que el colectivo de controladores aéreos se siente mal pagado y la verdad es que las cantidades que dicen cobrar me parecen astronómicas…. O sea que habrá gente para todo.
        Por cierto me hace mucha gracia que para pintar un foto más negativa del pobre camarero siempre hables de que sirve la cerveza en vaso de plástico.
        La verdad es que empiezo a dudar de que hayas ido a algún concierto que no sea en el bar ilegal de tu colega el de la esquina porque hace años que la ley obliga a servir la cerveza en vasos de plástico en todas las salas y el 99% de ellas lo cumple a rajatabla.
        De este dogama también me hace gracia que nos pintes de neoliberales o más burdamente de patronos del siglo XIX.
        Me importa un pimiento lo que pienses pero puestos a soltarnos te diré que veo muy difícil que me des tú clases de justicia social. No me conoces de nada y desconoces totalmente de dónde vengo y hacia dónde voy y auqnue posiblemente no me vayas a creer llevo en mi sangre más sufrimiento obrero del que puedas imaginar. Pero del verdadero, del de la calle, no del de salón. Pero en fin, ya te dije que la experiencia no debía intervenir en el debate, que lo que buscaba era contrastar ideas.

        QUINTO DOGAMA DE FE.

        Lo que Carlos Alonso Romero dice es la pura y bienintencionada verdad fruto del más apasionado amor por la música y lo que dicen los demás son maquiavélicas mentiras que intentan sembrar las dudas en las débiles mentes del resto de la humanidad. El que vaya al PS es un idiota al que se puede catalogar dentro de unos cuantos patrones preestablecidos por Carlos Alonso Romero. Y si no es así es porque es algo peor: UN GUIRI.
        Este dogama de fé tambien tiene tela. Una tela que me recuerda mucho a la misma que vendían ciertos alemanes en los años treinta del siglo pasado. Háztelo mirar.

        Y ya para acabar vuelvo a mi primera respuesta. No hace falta justificar que no te gustan los festvales de música. Hay mucha más gente como tú que no necesita de tantos argumentos para saber que es un formato que no es de su agrado.
        Tantas bandas en tan poco espacio de tiempo… Para según quién es algo difícil de digerir. Pues bien, también nos encontrarán el resto del año trabajando para hacer que los directos en sala sean posibles en nuestra ciudad.
        Y no es que seamos por ello la repera, es que es nuestro trabajo. Y nosotros también necesitamos trabajar para pagar la hipoteca, la letra del coche o el colegio de nuestros hijos.

        Y ahora, vuelve a esquivar el tema y vete por los cerros de Úbeda, porque no hay peor sordo que el que no quiere escuchar.
        Yo al menos he intentado dejártelo todo bien clarito, ahora tú haz y di lo que te salga de los cojones. Que para eso eres anarca.

      • carlosalonsoromero dice:

        Ostias, inasequible al desaliento, Sr. Ruiz: ataquemos pues, de nuevo y por última vez, tus argumentos. Ya de entrada te aseguro que esas buenas dotes para la logística no te sirven para emplear la lógica argumentativa: cada uno de los dogmas de tu «carta de cinco mandamientos de la gran hermandad cristiana» mezcla y confunde razones e incorpora una buena carga de pensamiento subjetivo muy difícil de rebatir. Pero vayamos a ello, que para eso tengo este blog:

        Sobre el primer dogma: yo no tengo estadísticas ni números de la SGAE. Tú supongo que tienes esos datos genéricos que se han publicado ochenta veces en los que dice que como se piratea más se vende menos música y entonces hay más conciertos (ole el salto lógico y el desprecio de mil otras variables). Lo que sé es que un buen 30% de los grupos que tocan en el Primavera Sound me apetecería verlos en otro formato (ahí te concedo algo: tenéis buen gusto), y no puedo porque van a tu festival… Para eso no me hacen falta estadísticas. Los que tocan en el primavera, estarán de gira normalmente y lo que quieras, pero en Barna no tocan en una temporada, y eso es así (¿o también vas a desmentir este extremo?) y me jode. ¿De verdad es tan difícil de entender? NO son cerros de Úbeda: es una puta verdad científica. Además, usas una jerga de revista de tendencias que ya echa patrás: ¿salvar la «escena de clubs»? en caso de que exista una escena, me es completamente indiferente: yo no estoy tan integrado como para tener esas pretensiones. Y eso de que la desaparición del sello discográfico os ha dejado a los festivaleros como única plataforma de soporte, sólo me suena a que han salido del fuego para caer en las brasas. Los grupos no os necesitan: y ojalá lo comprendiesen.

        El segundo dogma de fe empieza con algo subjetivo e imposible de rebatir empleando la lógica: «son unos yupies expertos en mercadotecnia que se han montado un tinglado a medias con las marcas para idiotizar a la incauta juventud». Eso es exactamente lo que pienso. Y tú me dices que no, y yo creo que sí, y podemos estar así lustros… Bueno, eso de yuppies no, eso es muy ochentas. Está desfasado. Los que han reemplazado a los yuppies son estos socialdemócratas con patillas y look juvenil que sacan pasta de la publicidad, el marketing y el pastoreo de masas. En esa categoría os tengo. Yo pienso que habéis elegido un sector de negocio que no debería ser tal. Por lo menos, no al nivel que lo manejáis. Yo soy mucho más romántico que vosotros y me gustaría que la música no estuviese industrializada a casi ningún nivel (como mucho, la impresión de vinilos y la imprenta). El resto, me lo cargaría todo, y estoy en contra. ¿Que soy un antiguo, un bárbaro y tal? Efectivamente, iba en la declaración de intenciones de mi artículo. No me disculpo por ello. Lo demás de este segundo dogma de fe también mezcla mil cosas diferentes y es desbarrante. Que no usáis créditos bancarios o esponsors… ¿Que no empleáis espónsors cuando me has dicho que cubren el 20% de la inversión en una respuesta anterior? Tu argumentación es esquizofrénica. O sea, a ver si lo entiendo: que los usáis pero que no son la clave del éxito porque el éxito es el trabajo. Es eso ¿no? Permítame que me lo tome a filfa. Es un argumento tan poco serio… ¿Y no usáis créditos bancarios?… ¿entonces de dónde cojones sacáis la pasta para montar ese campo de concentración musical? Yo es que alucino… Con cada respuesta que das, me dejas más perplejo y con más preguntas. Y esa retahila de que habéis hecho fanzines, de que comprais más vinilos que yo… todo eso ¿a qué viene? No tiene ninguna relación con lo que estamos hablando ni con el supuesto tema de este segundo dogma de fe. Es volver otra vez sobre el quien la tiene más larga. Yo, Gabi Ruiz, no estoy rajando de vosotros, vosotros no me interesáis como especímenes de la raza humana: estoy rajando de vuestro puto producto, que es asqueroso. NO vuelvas con argumentos ad hominem porque terminaré llamándote algo muy gordo, y no quiero discusiones en esos términos. Hay que mantener la compostura y no hablar de «empanadas mentales» ni del «nivel» de tu adversario en una discusión. Eso sólo te descalifica a tí. Por último, sobre este segundo dogma de fe te comentaré una falacia que has empleado, muy cristiana y muy manida: el recurso al trabajo. Observa tu argumentación: «Los diez años de festival han sido el fruto del esfuerzo de un grupo de personas que se lo han jugado todo por llegar a donde están. Ni ayudas de papá, ni créditos bancarios ni dinero de sponsors. Currando.». De esta autodefensa que haces se deduce que lo que se hace trabajando es siempre bueno, y no, son órdenes distintos. Es algo fácil de entender. Lo trabajado puede ser malísimo. Hay fábricas de armas en donde se trabaja mucho, y entidades financieras en donde se curra a tope, y bueno, también están esos inmensos ministerios en donde se celebran reuniones maratónicas. ¿Y qué? Son cosas independientes: se puede trabajar mucho para conseguir cosas horribles, y el tuyo es un ejemplo que me encantaría usar en un ensayo sobre la cuestión. Pero sobretodo, en este asunto: a mí me da igual que os lo hayáis currado y todo eso. El primavera sound es un caso de libro sobre la aplicación de la economía de escala para rentabilizar un proyecto, minimizar costes y riesgos, y la economía de escala siempre ha sido un paso más en la deshumanización de nuestras actividades… Esto también es otra puta verdad científica. No son cerros de úbeda.

        Sobre el tercer dogma de fe… De nuevo cambias mis premisas para atacar argumentos que no son míos. Dices que yo creo que «Las exclusividades que impone el PS joden la libertad de las bandas». ¿Ese es el dogma de fe? Bien: pues NO. Nunca he defendido eso. A mí la libertad de las bandas que van a negociar tocar en vuestro expomascota me importa un bledo. Las exclusividades son malas para los que no queremos asistir a vuestro evento porque no tenemos ocasión de ver a esas bandas en otro lugar que no nos recuerde a diverland. En caso de que los grupos quieran ir al primaveras y les esquilméis (o no, insisto: eso me es indiferente), se lo merecen. Sobre las actividades benéficas que hacéis, tú las ves de esa manera, y no quieres publicitarlas, pero son lo que son: promoción. Hacer marca. Nestlé también ayuda a los negritos de áfrica. Pero bueno, volviendo al tema de las exclusividades: he hablado con grupos de aquí que me dijeron que las habían firmado. Tú puedes decir misa, pero me los creo más a ellos.

        El cuarto dogma de fe es una gran autojustificación sin sentido. Yo pienso que estos del primavera sound son unos «neoliberales que explotan al personal». No, ya te lo he dejado claro antes. Eso no es lo que yo pienso. Pienso que sois unos socialdemócratas que explotáis al personal de muy buen rollo. Es lo que se lleva ahora. Cosificación con feeling fraternal. El cuadro social no es el que tú crees que yo me hago. Yo me imagino a gente currando por cuatro perras, pero muy contenta por ello porque poco más hay en este erial. ¿Que no es culpa tuya? Bueno, es exactamente culpa tuya en la proporción que te toca. Obviamente, no creo que seas responsable del mal en el mundo. Yo no te doy clases de justicia social: tú manejas lo que manejas. A mí me parece la aplicación de un modelo económico nefasto, una lacra para la música (que la superficializa, la malvende) y un tinglado asqueroso. En la medida que tú estás a cargo de eso, pues eres responsable, chico ¿qué quieres que te diga? ¿Qué tienes sangre de obrero y llevas a Marx en las venas? Pues me parece cojonudo. El director de mediapro también es comunista. Como ves, está lo que tú dices y, por otro lado, está lo que haces. Yo siempre he creído que lo que cuenta es lo segundo. Tú puedes ser un tipo cojonudo, buen padre de familia, hijo de una gente encantadora y muy leal con tus amigos, pues estupendo, pero diriges el primavera sound, oh, Dios mío… sí, sí, el primavera sound, ese evento asqueroso que se celebra en el campo de concentración Joan Clos. Y yo escribo contra eso. ¿Tanto te cuesta entenderlo? Para mí, el lo que respecta a la realidad social, eres como un directivo de Polydor, y punto. Tu vida personal me es indiferente.

        El quinto dogma de fe me ha parecido muy gracioso. La reducción al absurdo siempre es muy jugosa. Pero bueno: más o menos has acertado. Dejando a un lado lo de carlosalonsoromero piensa y carlosalonsoromero dice, creo que el público que asiste al primavera sound merece una buena reprimenda porque alimentan vuestro negocio. De eso iba mi artículo. A veces, para criticar, hay que categorizar, no hay otra forma fuera del canon posmoderno. Categorizar no siempre es malo: sirve para cerrar nociones… sin la categorización no habría ciencias sociales. Yo entiendo que te resulte muy chocante que alguien critique tu evento, porque la verdad es que estamos en una época en la cual la crítica brilla por su ausencia, pero hay que tragar, macho. Haces lo que haces, es un evento superpúblico y estás expuesto a cosas como esta.

        En el cierre de tu carta a la gran hermandad cristiana, me hablas de hipotecas, de trabajo, de que el resto del año también trabajáis para hacer posible los conciertos en salas en la ciudad… Por el amor de dios. ¿Hasta ese punto tienes interiorizada tu descarga de responsabilidades? Qué gran cúmulo de tópicos y justificaciones. De nuevo, a los hechos me remito: montas el primavera sound. El primavera sound es un megaevento empachante, el disnyland indie, una sinergia entre capital, ayuntamiento y borreguez gregaria. Está muy bien que tengas esa estrategia de autodefensa intelectual para no deprimirte, pero no intentes endosármela, por favor. Yo creo que es muy importante saber qué es y que hace cada uno. Tu discurso me suena a que no lo sabes muy bien… Bueno, quizá sea mejor así, la gente con la cabeza organizada de esta forma, ajena a la realidad y centrada entorno a sus percepciones, suele ser más feliz…

        Y ya, como esto se está haciendo enormemente aburrido, me despido. Me alegro que hayas decidido pasar por aquí para intentar ponerme en mi lugar, porque me has dado ocasión de descargarme un poco más… Te regalo la última palabra, que supongo que los de tu foro deben estar regocijándose con tus reprimendas. Vaya usté con dios.

      • gabi ruiz dice:

        He elegido contestarte línea a líneas para que no sigas esquivándome y a la vez hacerlo más divertido para el que pueda tener ganas de leernos.
        Siento que este blog no tenga opciones de colorines y tal para hacer más bonita la respuesta.

        «Sobre el primer dogma: yo no tengo estadísticas ni números de la SGAE.»

        Ya decía yo. Te a costado un rato reconocerlo, pero al final ya sabemos que hablabas de oídas.

        «Tú supongo que tienes esos datos genéricos que se han publicado ochenta veces en los que dice que como se piratea más se vende menos música y entonces hay más conciertos (ole el salto lógico y el desprecio de mil otras variables)»

        Yo no aseguro como tú y escribo que no es más que una impresión. Puede que hayan otras razones. Pero ese no era el objetivo, el objetivo era desmentir que un festival como el PS haga disminuir la asistencia a las salas de conciertos. Bien, parece que en esto también das marcha atrás.

        «Lo que sé es que un buen 30% de los grupos que tocan en el Primavera Sound me apetecería verlos en otro formato (ahí te concedo algo: tenéis buen gusto)»

        Vaya, muchas gracias. debe ser que también nos gusta la música. Vamos por buen camino.

        «…y no puedo porque van a tu festival… Para eso no me hacen falta estadísticas. Los que tocan en el primavera, estarán de gira normalmente y lo que quieras, pero en Barna no tocan en una temporada, y eso es así (¿o también vas a desmentir este extremo?) y me jode. ¿De verdad es tan difícil de entender? NO son cerros de Úbeda: es una puta verdad científica.»

        Al fin llegamos al argumento de peso. El señor está molesto porque hay un treinta por ciento de bandas del cartel que no tocan durante cierto tiempo en el local de debajo de su casa. Argumento de peso donde los haya. Ten cuidado porque alguien con más mala idea que yo te podría llamar provinciano.
        En serio que me quieres vender esto como una causa para apoyar tu odio hacia el PS?
        Tranquilo, que las bandas van y vienen y ya tendrás oyta ocasión para veras. Mientrastanto vete a otros bolos, hay más bandas que longanizas.

        «Además, usas una jerga de revista de tendencias que ya echa patrás: ¿salvar la “escena de clubs”?»

        No, perdona, lo estaba poniendo en tu boca, yo no soy el que intenta salvar a nadie.

        «en caso de que exista una escena, me es completamente indiferente: yo no estoy tan integrado como para tener esas pretensiones.»

        Vaya, al final resulta que tampoco era para tanto.

        «Y eso de que la desaparición del sello discográfico os ha dejado a los festivaleros como única plataforma de soporte, sólo me suena a que han salido del fuego para caer en las brasas.»

        No hablo de todas las bandas, hablo de algunas. Y sí, por desgracia para nosotros eso es así. A mí me gustaba más el otro sistema, el del sello que se curra una promoción pero por desgracia eso ya apenas existe. Supongo que a ti cualquier tipo de promoción te repugna pero a las bandas les resultaba muy útil que alguien les ayudase a contactar con su público. Porque supongo que entiendes que la necesidad de todo artista es la de comunicar y que sin esa comunicación el arte no tiene sentido. Pues eso.

        «Los grupos no os necesitan: y ojalá lo comprendiesen.»

        Y si no lo entienden Carlos Alonso se lo hará entender. En el próximo artículo podrías hacer también una descripción del tipo de bandas que existen según aceptan tus principios sagrados o no. Sería divertido.

        «El segundo dogma de fe empieza con algo subjetivo e imposible de rebatir empleando la lógica: “son unos yupies expertos en mercadotecnia que se han montado un tinglado a medias con las marcas para idiotizar a la incauta juventud”. Eso es exactamente lo que pienso. Y tú me dices que no, y yo creo que sí, y podemos estar así lustros… Bueno, eso de yuppies no, eso es muy ochentas. Está desfasado. Los que han reemplazado a los yuppies son estos socialdemócratas con patillas y look juvenil que sacan pasta de la publicidad, el marketing y el pastoreo de masas. En esa categoría os tengo.»

        Tú mismo reconoces que semejante tontería no se puede arqumentar con la lógica (debe ser porque carece totalmente de ella). Aún así rizas el rizo y nos tachas de socialdemócratas (!!???&&&%%%???))). Lo que nos faltaba, ahora resulta que somos del PSOE.
        Y lo de las patillas y el look juvenil?
        Creo que conmigo te ibas a llevar un chasco.
        Madre mía del amor hermoso, tú lo que eres es un guasón.

        «Yo pienso que habéis elegido un sector de negocio que no debería ser tal.»

        Claro, no debería… La cuestión no es si debería o no, la cuestión es que lo es. Todo alrededor de la música, como de casi todo, es negocio. Pero eso lo sabe un niño de seis años. ¿Tú no? Vaya por dios.

        «Por lo menos, no al nivel que lo manejáis.»

        Qué nivel? ¿El de cinturón negro?, ¿el master level?

        «Yo soy mucho más romántico que vosotros»

        Otra verdad contrastada made in carlosalonso y otra razón irrefutable.

        «y me gustaría que la música no estuviese industrializada a casi ningún nivel (como mucho, la impresión de vinilos y la imprenta).»

        Vaya por dios que suerte han tenido los que imprimen vinilos y los que hacen las portadas. Ellos sí que pueden hacer negocio. ¿Supongo que los músicos tampoco pueden? Cobrar por componer o actuar debe ser cosa de la socialdemocracia.

        «El resto, me lo cargaría todo, y estoy en contra. ¿Que soy un antiguo, un bárbaro y tal? Efectivamente, iba en la declaración de intenciones de mi artículo. No me disculpo por ello»

        Pues sí, un poco bárbaro sí que pareces.
        Entonces nos cargamos toda la música en directo, no? Los que hacen los equipos de sonido a la hoguera, los que montan las luces a la hoguera, el que fabrica los micros a la hoguera, los que trabajan de carga y descarga a la hoguera… Que arda todo!

        «Lo demás de este segundo dogma de fe también mezcla mil cosas diferentes y es desbarrante. Que no usáis créditos bancarios o esponsors… ¿Que no empleáis espónsors cuando me has dicho que cubren el 20% de la inversión en una respuesta anterior?»

        Veo que te cuesta un poco seguirme. Digo exactamente «Los diez años de festival han sido el fruto del esfuerzo de un grupo de personas que se lo han jugado todo por llegar a donde están. Ni ayudas de papá, ni créditos bancarios ni dinero de sponsors. Currando»
        Pues eso, que para llegar hasta aquí no hemos necesitado ni créditos bancarios (que no tenemos) ni dinero de esponsors. Es ahora cuando los sponsors se acercan a nosotros y es indudable que aportan una gran ayuda (ojo no sólo económica, dentro de ese mundo también hay gente que ama la música y que se involucre más allá de lo que se le podría exigir) pero el festival siempre ha tenido claro que su supervivencia en el futuro radica en poder contar con unos ingresos fijos por venta de entradas. De otra manera perderíamos nuestra independencia.

        «Tu argumentación es esquizofrénica. O sea, a ver si lo entiendo: que los usáis pero que no son la clave del éxito porque el éxito es el trabajo. Es eso ¿no? Permítame que me lo tome a filfa. Es un argumento tan poco serio… ¿Y no usáis créditos bancarios?… ¿entonces de dónde cojones sacáis la pasta para montar ese campo de concentración musical? Yo es que alucino… Con cada respuesta que das, me dejas más perplejo y con más preguntas.»

        Bueno, creo que necesitarías bastante más tiempo del que dispongo ahora para que pudieses entender cómo funciona un festival como el PS. De vez en cuando (en realidad muy a menudo) nos invitan algunas universidades para que expliquemos cuál es la clave que hace tan especial al PS. Aunque no te lo creas da para unas cuantas horas.Y te repito por última vez, no utilizamos créditos bancarios. De hecho no creo que nos los concediesen, un festival de música es un negocio de mucho riesgo y poca rentabilidad. Y eso a los banqueros no suele gustarles.

        «Y esa retahila de que habéis hecho fanzines, de que comprais más vinilos que yo… todo eso ¿a qué viene? No tiene ninguna relación con lo que estamos hablando ni con el supuesto tema de este segundo dogma de fe. Es volver otra vez sobre el quien la tiene más larga. Yo, Gabi Ruiz, no estoy rajando de vosotros, vosotros no me interesáis como especímenes de la raza humana: estoy rajando de vuestro puto producto, que es asqueroso. NO vuelvas con argumentos ad hominem porque terminaré llamándote algo muy gordo, y no quiero discusiones en esos términos. Hay que mantener la compostura y no hablar de “empanadas mentales” ni del “nivel” de tu adversario en una discusión. Eso sólo te descalifica a tí.»

        Pues simplemente intento hacerte ver que somos personas que hemos vivido (y seguimos haciéndolo) este negocio desde todos los ángulos. Y que el amor a la música y nuestra pasión por los artistas es lo que nos mueve.. Y, siento decirte que cuando me retratas en un bar del Borne, con mis patillas, mi Imac y mi carnet de socialdemócrata estás entrando en el plano personal. Ademas de meterte en mi mente. O sea, que no jodamos, llámame lo que quieras, o aplícate tú el cuento de la compostura.

        «Por último, sobre este segundo dogma de fe te comentaré una falacia que has empleado, muy cristiana y muy manida: el recurso al trabajo. Observa tu argumentación: “Los diez años de festival han sido el fruto del esfuerzo de un grupo de personas que se lo han jugado todo por llegar a donde están. Ni ayudas de papá, ni créditos bancarios ni dinero de sponsors. Currando.”. De esta autodefensa que haces se deduce que lo que se hace trabajando es siempre bueno, y no, son órdenes distintos. Es algo fácil de entender. Lo trabajado puede ser malísimo. Hay fábricas de armas en donde se trabaja mucho, y entidades financieras en donde se curra a tope, y bueno, también están esos inmensos ministerios en donde se celebran reuniones maratónicas. ¿Y qué? Son cosas independientes: se puede trabajar mucho para conseguir cosas horribles, y el tuyo es un ejemplo que me encantaría usar en un ensayo sobre la cuestión. Pero sobretodo, en este asunto: a mí me da igual que os lo hayáis currado y todo eso.»

        Otra vez por los cerros de Úbeda. Porqué despistar al personal haciendo un símil con una fábrica de armas. ¿Te crees muy sibilino?
        Ni cristianismo ni leches, lo único que te intento explicar en ese párrafo es que nuestro éxito no se debe a conspiraciones judeomasónicas, que hemos llegado hasta aquí trabajando.
        Por cierto, cuando escribas el ensayo me lo haces llegar.

        «El primavera sound es un caso de libro sobre la aplicación de la economía de escala para rentabilizar un proyecto, minimizar costes y riesgos, y la economía de escala siempre ha sido un paso más en la deshumanización de nuestras actividades… Esto también es otra puta verdad científica. No son cerros de úbeda.»

        ¿Verdad científica? ¿ De la del método científico?
        Pues venga, demuéstramelo. Me gustaría saber cómo puedes demostrar algo sin tener un solo dato objetivo al que agarrarte. ¿O es que te acuestas con nuestro contable?

        «Sobre el tercer dogma de fe… De nuevo cambias mis premisas para atacar argumentos que no son míos. Dices que yo creo que “Las exclusividades que impone el PS joden la libertad de las bandas”. ¿Ese es el dogma de fe? Bien: pues NO. Nunca he defendido eso. A mí la libertad de las bandas que van a negociar tocar en vuestro expomascota me importa un bledo. Las exclusividades son malas para los que no queremos asistir a vuestro evento porque no tenemos ocasión de ver a esas bandas en otro lugar que no nos recuerde a diverland. En caso de que los grupos quieran ir al primaveras y les esquilméis (o no, insisto: eso me es indiferente), se lo merecen.»

        Pues nada, perdona pensaba que esto de las exclusividades te importaba. Ahora resulta que no. Mejor.

        «Sobre las actividades benéficas que hacéis, tú las ves de esa manera, y no quieres publicitarlas, pero son lo que son: promoción. Hacer marca. Nestlé también ayuda a los negritos de áfrica.»

        ¿Cómo voy a hacer marca si no hay promoción? Y yo no he hablado de actividades benéficas, léeme mejor.

        «Pero bueno, volviendo al tema de las exclusividades: he hablado con grupos de aquí que me dijeron que las habían firmado. Tú puedes decir misa, pero me los creo más a ellos.»

        Anda ahora resulta que el tema sí que te interesa.
        A mí de pequeño me contaron que existían los Reyes Magos y también me lo creí. Otra de tus grandes argumentaciones: «me lo ha dicho un colega». También podrías decir que lo has oído en la radio o que lo has leído en el TP. Validez, ninguna.

        «El cuarto dogma de fe es una gran autojustificación sin sentido. Yo pienso que estos del primavera sound son unos “neoliberales que explotan al personal”. No, ya te lo he dejado claro antes. Eso no es lo que yo pienso. Pienso que sois unos socialdemócratas que explotáis al personal de muy buen rollo.Es lo que se lleva ahora. Cosificación con feeling fraternal.»

        Claro, la gente es gilipollas. Lástima que no te lean.

        «El cuadro social no es el que tú crees que yo me hago. Yo me imagino a gente currando por cuatro perras, pero muy contenta por ello porque poco más hay en este erial. ¿Que no es culpa tuya? Bueno, es exactamente culpa tuya en la proporción que te toca. Obviamente, no creo que seas responsable del mal en el mundo.»

        Tú puedes imaginarte lo que quieras, pero para afirmar algo debes demostrarlo. Y de eso nada, solo palabras. Ya te he intentado razonar que en el caso de un festival es muy difícil hacer trabajar a nadie por cuatro perras. Que eso no funciona. Pero tú sigues a la tuya. Nada que hacer.

        «Yo no te doy clases de justicia social: tú manejas lo que manejas. A mí me parece la aplicación de un modelo económico nefasto, una lacra para la música (que la superficializa, la malvende) y un tinglado asqueroso.»

        Toma ya, una vez más hablando sin argumentar absolutamente nada. ¿Modelo económico nefasto? ¿Que superficializa la música y la mal vende?
        No sé, se me viene a la cabeza personajes como Collin Newman, Thruston Moore o Steve Albini, que me imagino que para ti serán unos vendidos al capital pero que saben un poquito más de este negocio que tú. Y a ellos no les parece que sea un negocio nefasto para la música ni que la superficialice, más bien todo lo contario (si necesitas las citas me las pides). Lo siento, creo que me voy a quedar con su opinión.

        «En la medida que tú estás a cargo de eso, pues eres responsable, chico ¿qué quieres que te diga? ¿Qué tienes sangre de obrero y llevas a Marx en las venas? Pues me parece cojonudo. El director de mediapro también es comunista.»

        Pues muy mal por el director de Mediapro, nosotros somos socialdemócratas y no nos llevamos bien con el comunismo.

        «Como ves, está lo que tú dices y, por otro lado, está lo que haces. Yo siempre he creído que lo que cuenta es lo segundo. Tú puedes ser un tipo cojonudo, buen padre de familia, hijo de una gente encantadora y muy leal con tus amigos, pues estupendo, pero diriges el primavera sound, oh, Dios mío… sí, sí, el primavera sound, ese evento asqueroso que se celebra en el campo de concentración Joan Clos. Y yo escribo contra eso. ¿Tanto te cuesta entenderlo? Para mí, el lo que respecta a la realidad social, eres como un directivo de Polydor, y punto. Tu vida personal me es indiferente.»

        No sé si seré un tipo cojonudo, eso lo deben de decir los demás, pero me siento muy orgulloso de ser uno de los directores del PS e intento que eso afecte al máximo mi manera de actuar. Lo siento como una responsabilidad.
        Lo de «evento asqueroso que se celebra en el campo de concentración Joan Clos» es una más de tus papanatadas de colegial. Una frase de tan mal gusto no necesita mayor comentario.

        «El quinto dogma de fe me ha parecido muy gracioso. La reducción al absurdo siempre es muy jugosa. Pero bueno: más o menos has acertado. Dejando a un lado lo de carlosalonsoromero piensa y carlosalonsoromero dice, creo que el público que asiste al primavera sound merece una buena reprimenda porque alimentan vuestro negocio. De eso iba mi artículo. A veces, para criticar, hay que categorizar, no hay otra forma fuera del canon posmoderno. Categorizar no siempre es malo: sirve para cerrar nociones… sin la categorización no habría ciencias sociales.»

        Ya claro, como lo dice carlosalonsoromero… Y aquí estás para darle las reprimendas al público y vigilar que no se desvíe del dogma. A mí me sigue sonando mal.

        » Yo entiendo que te resulte muy chocante que alguien critique tu evento, porque la verdad es que estamos en una época en la cual la crítica brilla por su ausencia, pero hay que tragar, macho. Haces lo que haces, es un evento superpúblico y estás expuesto a cosas como esta.»

        No, si a mí me encanta la crítica, qué piensas que hago aquí?
        Utilizar la razón es el único método que conozco para combatir propuestas totalitarias como la tuya. Gracias a ella he ido comprendiendo que el mundo es un lugar muy complejo en el que es imposible el que exista el blanco muy blanco y el negro muy negro. Que siempre existe otro punto de vista y que es tan válido o más que el tuyo propio. Que es demasiado arriesgado categorizar a las personas y que la libertad de escoger en cada momento, pese a que podamos equivocarnos es nuestro equipaje más preciado.

        «En el cierre de tu carta a la gran hermandad cristiana, me hablas de hipotecas, de trabajo, de que el resto del año también trabajáis para hacer posible los conciertos en salas en la ciudad… Por el amor de dios. ¿Hasta ese punto tienes interiorizada tu descarga de responsabilidades? Qué gran cúmulo de tópicos y justificaciones. De nuevo, a los hechos me remito: montas el primavera sound. El primavera sound es un megaevento empachante, el disnyland indie, una sinergia entre capital, ayuntamiento y borreguez gregaria.»

        ¿No te cansas de repetir todo el rato lo mismo? Que sí, que monto el Primavera Sound y que estoy muy orgulloso de ello. Y que además también monto conciertos en salas, de esos a los que van quince personas y también de eso me siento orgulloso. Que no tengo porqué esconderme, hombre.
        Y lo de las sinergias con el capital? Que no hombre que no, deja ya de repetirlo que te haces muy pesado.

        «Está muy bien que tengas esa estrategia de autodefensa intelectual para no deprimirte, pero no intentes endosármela, por favor. Yo creo que es muy importante saber qué es y que hace cada uno. Tu discurso me suena a que no lo sabes muy bien… Bueno, quizá sea mejor así, la gente con la cabeza organizada de esta forma, ajena a la realidad y centrada entorno a sus percepciones, suele ser más feliz…»

        Hombre, si al final va a resultar que soy víctima de mi propio engaño y que no me entero de lo que hago. Creo yo que eso me hace menos malo, no? Aunque existe aquello de que «el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento». Yo creo terminaré en el infierno de los anarcas. Fijo. Lo mío no tiene solución.

        «Y ya, como esto se está haciendo enormemente aburrido, me despido. Me alegro que hayas decidido pasar por aquí para intentar ponerme en mi lugar, porque me has dado ocasión de descargarme un poco más… »

        Desconozco cuál es tu lugar y por lo tanto me es imposible ponerte en él. Tampoco era mi intención. Simplemente al ver que hablabas de algo que desconoces totalmente quería poner algo de luz en el asunto. Pero ya hace un buen rato que me he dado cuenta de que te importa un pimiento la verdad. El integrismo del que alardeas en tu blog (en el mundo real no sé cómo te comportas) te ciega totalmente para ver que la vida es algo más compleja y excitante de lo que crees. Quizás es que te da miedo. Ni lo sé ni me importa.

        «Te regalo la última palabra, que supongo que los de tu foro deben estar regocijándose con tus reprimendas. Vaya usté con dios.»

        Gracias por ser tan elegante de dejarme concluir esta discusión. No estaría bien de otra manera.
        Y por cierto, yo he venido aquí solo, y mi opinión es mía y solo me representa a mí. No sé qué piensan en el foro de la web del PS, supongo que habrá gente para todo. Pero me da la impresión de que ni se han enterado de nuestra discusión. No somos tan importantes, créeme.

        Y ahora en serio, si quieres quedamos un día en el festival y te explico un poco cómo funciona todo. Quizás sea la realidad la que consiga dejarte en tu lugar.
        Un saludo socialdemócrata,
        Gabi Ruiz

  63. Miguel dice:

    El capitalismo mola. ¿Por qué no te gusta? Por otra parte, la estrategia de reordenación del mercado es una tesis algo conspirativa pero que no se sostiene mucho. De hecho, la industria musical se está yendo a tomar viento.

  64. Angus Tiado dice:

    Buenas a todos,

    Una vez más la máxima aristotélica del elogio al punto de equilibrio se cumple en esta polémica. A ver, el Primavera crea imagen de marca (sé que es un rollo hablar en términos económicos/márketing sobre música pero es a donde nos ha llevado la discusión). El blogguer dirá que los Guachiflays no vienen de gira y no tocan en sala pequeña porque el Primavera les paga mejor, de una tacada y con contrato de exclusividad (que no siempre es cierto pero admitámoslo). Un servidor, como cualquiera de por aquí ha visto a bandas excelentes tocar en salas de Barcelona, muchas veces con una acústica pésima y una birra mediocre, ante un par de docenas de espectadores. La misma banda en el Primavera puede tener centenares cuando no miles de espectadores. El primer caso no tiene futuro, el segundo sí. El primer caso son pérdidas económicas. El segundo caso crea público para la banda (discos + mercha) y supone un aliciente para volver a tocar en Barna. Porque, y me dirijo al blogger, dígame usted una banda que haya tocado en el Primavera y luego no haya venido por su cuenta en sala. Y en cualquier caso, el efecto distorsionador de mercado (por cierto, ¿cual es su estado «natural»?) viene por los centenares de festivales que se hacen en todo el país y en el ancho mundo. Los festivales, le pese a quien le pese, son un excelente negocio para músicos y organizadores. Además para la ciudad que lo acoge, promotores comerciales, público en general (sale más a cuenta el abono que pagar treinta entradas). Quizás el blogger desearía una escena como la de Boston a principios de los ochenta, con zines, salas oscuras, bandas comos los Black Flag ante cincuenta personas, camisetas y cassettes piratas y donde a la gente le asqueara hablar de dinero. Bueno, mala suerte. Yo también añoro muchas cosas.

    Pero el Primavera, siendo un excelente festival, veo que en muchas cosas se está echando a perder. Por otro lado es algo natural, mis gustos musicales van por otro lado y cada día tolero menos las multitudes. Grupos cortados por el mismo patrón (que asquito me da este indie de niño pijo), cabezas de cartel repulsivos (la propia idea de «cabeza de cartel» me asquea), miedo a propuestas realmente novedosas y un continuo ejercicio de nostalgia de los noventa (el primavero medio ya tiene espolones). Por otro lado cada día más orientado al público guiri que al nuestro.

    En fin, yo soy de los tontos que paga el abono más caro (si es que voy) porque a ciegas ya hace tiempo que no voy. Ya sé que en la Barcelona chachi esos días todo el mundo se sorprende si no vas al Primavera. Aunque esos mismos luego los veas en el VIP inflándose a birras sin ver un concierto. Pero quedas muy moderno con esa pulserita y te quitas diez años de encima.

    Para que nos entendamos el público del Primavera abandonaba a Noah Lennox para irse a los Pixies. Y con este material mucho no puede pedirse.

    A lo que me lleva a comentar la tragedia de la desaparición del Summercase. El Primavera se ha encontrado un océano azul y se está poniendo las botas. Contra Sinnamon vivíamos mejor.

    Un abrazo a todos y sin mal rollos!

  65. Razorblade dice:

    Estimado Sr. Ruiz,

    Soy de esos lectores que, al menos en parte, secundan la desconfianza del autor de este blog, hacia festivales como los que Ud. coorganiza. Al menos, respecto al hecho de montar un festival ‘independiente’ a la sombra de instituciones como ICEX o el Ajuntament de Barcelona.

    Sobre las tipologías del público asistente -eso sí- no entro a valorar, pues las desconozco y poco me interesan; aunque confío en que Uds. tendrán a ese mismo público bien tipificado y clasificado en los estudios de mercado que les sirvan de base a su actividad.

    De todos modos, lo que me ha llamado poderosamente la atención es la siguiente frase proferida por Ud.: «que haga sonreir a tus amiguitos neomods (no tenéis edad ni para serlo de verdad)».

    Ante semejante demostración de know-how subcultural y underground por su parte, y ante mi recién descubierta alarmante ignorancia, le rogaría tuviera a bien explicar qué es exactamente, un ‘neomod’.

    Verá, tras 2o años de vida subcultural, yo pensaba que se es o no se es mod, como se es o no skinhead o rocker o teddy boy… pero que, vaya, no se podía ser -por poner un ejemplo- neoteddyboy o neosmoothie, o neocasual.

    Veo que no es así. Y estoy seguro de que una vida consagrada a editar y colaborar en fanzines y vivir de cerca el entramado subcultural de su ciudad, le predispone a un mayor conocimiento en materia.

    Por otro lado, también me ha chocado el tema de la edad. Y es que siempre pensé -dentro de mi galopante audencia de criterio-, que eso de las subculturas era cosa más bien de la adolescencia. Y ahora, sólo ahora, descubro que hay una edad mínima para poder considerarse ‘neomod’ que, de no haberse alcanzado, le imposibilita a una/o serlo.

    ¿Pero esto de la edad mínima afecta eso a los mods (y rockers, y skinheads, etc.) normales, también, o es sólo una prerrogativa de los ‘neos’?

    Por favor, le ruego que mediante su dilatada experiencia y cultura sobre estos temas, tenga a bien aclararme estos puntos; pues toda mi pretérita seguridad sobre las familias subculturales de esta ciudad se está tambaleando.

    Agradeciendo de antemano el que comparta su decenal empirismo, reciba un cordial saludo,

    RzB

  66. Marius dice:

    zzzzZZZZZZzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZ…

    • carlosalonsoromero dice:

      ya veo que te aburres, hijito… ¿quieres que te recomiende una lecturas o acaso nos sugieres un formato más televisivo en plan 60 segundos?

  67. […] (”yo teorizo sobre Artic Monkeys con argumentos de Derrida”), y todos esos detallitos lo pueden leer d’este lado. Entretenido aún para los que somos consumidores de ese tipo de males. Me enteré por La escuela […]

  68. Putas generalizaciones. Yo este año por primera vez en mi vida asistiré al Primavera Sound y no porque sea el Primavera Sound ni el Guachuflailamadrequeloparió. No soy «odiadora», ni «indi» ni «parroquiana». Soy una señora con su trabajo y su sueldo y que porque se lo puede permitir y le gustan mucho ambos, va a ver principalmente a Pulp y a John Cale, motivos creo que, cuando menos, respetables. Me apetece ver a unos cuantos grupos más que me gustan aunque el entorno no vaya a ser el más adecuado (sí, yo también preferiría tenerlos tocando ya no sólo en el salón de mi casa sino que una sala pequeña en mi pueblo de mil habitantes tampoco me parecería mala cosa).
    Por otra parte, no creo que mi gusto sea -repito, creo- más criticable que el tuyo. Voy a pagar 140 euros de entradas, sí, pero es que si me pongo a ver a los ocho grupos que quiero ver por separado, me va a costar más. Y claro, es un negocio, está claro. es normal que los promotores saquen dinero con eso.
    Y sí, seguramente saldré de allí despotricando de la masificación y la cerveza caliente. Aunque no sé tú, pero yo no voy a un festival a beber cerveza, por mí como si no la hay. Pero a lo que no tienes tú ningún derecho, principalmente porque no me conoces de nada, es a juzgarme como a una borrega ni a decidir en base a no sé qué baremo que tus gustos son mejores que los míos. Yo soy habitual de conciertos en salas pequeñas, en las que a veces he estado con diez personas más viendo un concierto. Y encantada, oye. Pero si quiero ver a Pulp voy a tener que hacerlo en Barcelona dentro de dos semanas. Mis disculpas por hacerlo.
    Y no, no me gusta nada Bjork. Pero me gusta la música. Tanto como a ti, o más.

  69. Jaime dice:

    Los de un lado y los del otro, pero siempre del lado, superficilidad de analisis «social» de niños europeos,
    que se que quejan o que adoran el pop.

    Aquellos que ven en el sintoma el problema «radical».
    Escribir esto y pensarse radical o pensador es demostrar
    el gran desconocimiento de la realidad social.

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